Los choferes de la línea 60 ratificaron hoy el paro por tiempo indeterminado en reclamo de mejoras en las medidas de seguridad de la unidades, tras fracasar hoy una nueva negociación en el Ministerio de Trabajo.

La audiencia de conciliación realizada en la sede de la cartera laboral concluyó sin acuerdo y las negociaciones pasaron a un cuarto intermedio hasta el jueves próximo.

Pese al alcance social de la medida de fuerza, que afecta a más de 100 mil pasajeros de esa línea de transporte, la cartera laboral sigue sin aplicar la conciliación obligatoria en el conflicto, que ya tiene casi dos semanas de duración.

La huelga afecta el servicio en los 19 ramales de la empresa que unen la Capital Federal con los partidos bonaerenses de Tigre y Escobar.

Los trabajadores reclaman solucionar los problemas en materia de seguridad e higiene en las distintas unidades en servicio y la reincorporación de los empleados despedidos.

La empresa reiteró que el paro dispuesto por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) es «absolutamente arbitrario e injustificado, persigue otros objetivos que los invocados».

En un comunicado el presidente de la empresa Monsa, propietaria la línea, Marcelo Pasciuto, señaló que el gremio  «invoca falsamente cuestiones atinentes a la seguridad e higiene».

La empresa recordó que tras las inspecciones realizadas por las autoridades laborales nacionales y provinciales «sólo se detectaron en la terminal de Ingeniero Maschwitz algunas fallas menores, que no afectan de manera alguna la seguridad de la operación del personal».

«De haber existido alguna falla grave, como falsamente denuncian los delegados, los inspectores hubieran procedido con la clausura de las instalaciones», sostuvo la empresa.

Pasciuto lamentó que los pasajeros «se vean perjudicados por una medida de la que la empresa, no es responsable».