Venezuela vivirá este domingo otra jornada de movilizaciones masivas, enésima repetición de la pulseada que el oficialismo y la oposición se juegan en las calles, esta vez con el simulacro electoral de cara a la elección de los constituyentes, del lado del chavismo, y con la consulta popular sobre el proceso de reforma organizado por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

El llamado «plebiscito» opositor es una iniciativa ciudadana, voluntaria, con forma de desobediencia que se propone levantar imágenes del rechazo a la Constituyente impulsada por el Ejecutivo, que la desconoce, claro, y que armó para la misma jornada un simulacro de las elecciones de asambleístas del 30, para el que montó 2000 puntos en todo el país.

Chavistas por un lado y antichavistas o antimaduristas por el otro preanuncian un domingo complejo, lo que puso en alerta a las fuerzas de seguridad, en un territorio en el que desde comienzos de abril hay manifestaciones y protestas casi cotidianamente, con un saldo de más de 90 muertos.

Con la consulta, la oposición se juega la carta de una masiva movilización en un evento de votos manuales que serán reunidos en mesas que funcionaran en los alrededores de las iglesias, centros empresariales y culturales.

Los ciudadanos responderán a tres preguntas sobre si «rechazan y desconocen» la Constituyente promovida por Nicolás Maduro, si «demandan a la Fuerza Armada obedecer y defender la Constitución» y si «aprueban» la renovación de los poderes públicos y la formación de un gobierno de unidad nacional.

Para la MUD, la consulta está avalada por varios artículos de la Constitución vigente y por lo tanto sus resultados serán vinculantes para el gobierno.

Defienden principalmente el artículo 333 que señala que el texto constitucional no perderá vigencia ante la eventualidad de un acto de fuerza y que «todo ciudadano investido o no de autoridad tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia». La consulta fue aprobada por la Asamblea Nacional en la turbulenta sesión del 5 de julio, el mismo día que un grupo violento asaltó la sede legislativa y dejó cinco diputados heridos.

Los votos serán con papeletas y cuadernos que recogerán las firmas de los electores, y quienes participen recibirán una tarjeta al final con la que confirmarán que votaron.

Se dispondrán de más de 2.900 puntos «soberanos» en el país y 14.000 centros donde podrán votar los mayores de 18 años. También habrá centros de votación en más de 500 ciudades fuera del país.