Por Alejandro Maidana 

Puerto y Timbúes son sólo dos localidades de las muchas que han visto florecer la enorme industrialización de la zona hoy ligada medularmente al modelo agroexportador. Pero si bien la vida comercial y laboral depende de las mismas, un grupo de “vecinos autoconvocados por la vida “se niega a naturalizar el hecho de tener que convivir con la contaminación que generan estas industrias.

Si bien la lucha contra los desperdicios tóxicos que se arrojan sobre el río Carcarañá junto a ese enemigo silencioso y poderoso como lo es glifosato, han sido siempre los molinos de viento a derribar por los muchos Quijotes que habitan la zona. El horizonte les ha mostrado otro frente de tormenta, los hornos incineradores de residuos peligrosos.

La incineración es tecnología obsoleta para el tratamiento de residuos, está repudiada en todo el mundo por organizaciones medioambientales y además está recomendada su erradicación para lograr frenar el «Cambio Climático» en distintos tratados internacionales.

Este horno incinerador de residuos peligrosos que se instaló en Puerto San Martín es de la empresa Pelco S.A. y está a sólo 1 kilómetro de las primeras zonas urbanas, pero a escasos metros de las primeras viviendas. Las personas ya comenzaron a sufrir afeccione respiratorias, de piel, oculares y hasta se lo relaciona con el aumento de cáncer.

puerto1Lo más preocupante es la cantidad de irregularidades que la empresa presenta y en todas está en riesgo la salud e incluso la vida. Esta misma empresa también está instalada en Tigre, provincia de buenos Aires, donde ha sido varias veces clausurada. En julio del año 2015, fue clausurada en Tigre por tener 130 toneladas de residuos peligrosos almacenados durante 3 años con documentación falsa donde decía que se habían tratado correctamente en el año 2012. En 2011 fue clausurada en Puerto San Martín luego de un extraño incendios que devastó todos los galpones y despidió al ambiente muchísimos contaminantes y nunca fueron analizados los efectos que causó al medio ambiente y a la salud de los habitantes que viven en la cercanía.

En 2015 instaló en Puerto San Martín un relleno de residuos peligrosos, donde va a depositar mercurio, residuos industriales, asbesto, pilas, baterías y las cenizas del propio incinerador que son residuos peligrosos también. Esto lo autorizó el gobierno a pesar de que en 2010 se logró una ordenanza que prohíbe la instalación de incineradores y rellenos de residuos peligrosos.

Daniel Nuñez es habitante de Puerto San Martín y charló con Conclusión para brindarnos más detalles.

“La batalla que estamos librando es desigual, pero sabemos que el no claudicar en nuestras posturas puede torcer esta realidad. Esta empresa con la que estamos en conflicto, utiliza tecnología obsoleta y la misma genera ante la incineración de residuos peligrosos dioxinas y furanos, que son compuestos químicos altamente cancerígenos, esto comprobado por la OMS (Organización Mundial de la Salud)”.

“El humo que es lo que percibimos y aspiramos de manera permanente, cuando la temperatura es baja desciende a nivel de piso y penetra en nuestras casas. El olor es muy fuerte, este genera irritación a los ojos, fosas nasales y piel. Los problemas respiratorios y dermatológicos son moneda corriente para aquellos vecinos que deben soportar lo que emana del incinerador” enfatizaba Nuñez.

El calvario que viven los habitantes de estas dos poblaciones santafecinas es tan grande como sus ganas de cambiar la realidad. Los camiones que surcan el ejido urbano transportando material peligroso suman su cuota de preocupación a un cocktail verdaderamente explosivo para la salud de los moradores.

“Los vecinos de las dos localidades exigimos la erradicación de este horno incinerador y el relleno de residuos peligrosos, hemos presentado todas las denuncias en los distintos estamentos estatales siendo estas ignoradas por completo. Niegan la contaminación provocada por Pelco S.A. a pesar de que el aire es irrespirable” comentaba el vecino.

Luego de la presentación de 1000 firmas este año e innumerables denuncias por el humo, los malos olores y problemas de salud fueron recibidos el 23 de septiembre de este año por la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia en una reunión donde prometieron controles que aún no brindaron resultados. La empresa sigue funcionando y causando los mismos problemas a la población.