Uno de cada diez argentinos vive en asentamientos informales y villas de emergencias que en casi todos los casos no tienen acceso a las redes de agua potable, cloacas y energía eléctrica, reveló hoy el relevamiento 2016 de la organización Techo.

De la comparación con el relevamiento de 2013 surge que la cantidad de asentamientos en el territorio relevado bajó un 3,57% (de 2.138 a 2.062), pero creció un 11,6% la población de familias que viven en esas áreas, al pasar de 533.110 a 594.970.

Tanto en 2013 como en 2016, la organización relevó villas y asentamientos de Buenos Aires, Capital Federal, Córdoba, Santa Fe, Salta, Neuquén, Río Negro y Misiones, pero ahora agregó a San Miguel de Tucumán, el Gran Resistencia y el Gran Corrientes.

Según el relevamiento dado a conocer este lunes existen al menos 2.432 asentamientos en los once territorios relevados, donde viven aproximadamente 650.685 familias.

Utilizando la media nacional de 4,6 miembros por cada familia, según el informe, se estima que son al menos 2.993.151 personas viven en asentamientos informales, en el territorio donde habita el 67% de la población del país, indicó el informe.

Techo es una organización de la sociedad civil que busca superar la pobreza en asentamientos informales de América Latina, a través de la acción conjunta entre voluntarios y vecinos.

Con la implementación de un modelo de trabajo enfocado en el desarrollo comunitario, la promoción de la conciencia y acción social y la incidencia en espacios de toma de decisión y de políticas públicas, Techo «busca construir una sociedad justa y sin pobreza».

El informe será presentado este martes a las 14 en el Salón de Los Pasos Perdidos del Congreso ante funcionarios de gobierno, legisladores, académicos, organizaciones de la sociedad civil, medios de comunicación, referentes comunitarios y voluntarios.

«El informe elabora un diagnóstico de la realidad de los asentamientos informales en los territorios relevados y aporta información precisa para la generación de políticas públicas que permitan abordar la problemática», dijo Marina Morgan, directora del Centro de Investigación Social de Techo Argentina.

Sin acceso a servicios básicos

Sobre los servicios básicos, el estudio indica que en el 73% de los asentamientos informales la mayoría de las familias no cuentan con acceso formal a la red de energía eléctrica, el 98% no accede a la red cloacal y en el 95% la mayoría de las familias no tiene  agua corriente.

Asimismo, en el 16% de los asentamientos informales la mayoría de las familias bebe agua de pozo y simultáneamente elimina sus excretas a través de un pozo ciego sin cámara séptica, lo cual genera un riesgo sanitario alto.

A esto se le suma que el 60% de los asentamientos se inunda cada vez que llueve y en el 40% no ingresa el camión de basura.

El 70% de los asentamientos tiene dentro de su barrio o a menos de 10 metros un factor de riesgo: 23,3% ribera de arroyo, 16,2% camino de alto tráfico, 15,8% basural, 9,5% torres de alta tensión.

«Estos números continúan mostrándonos que los asentamientos son la máxima expresión de vulneración de derechos humanos y desigualdad en nuestro país. Es un escándalo que a 200 años de la declaración de la independencia existan familias viviendo en estas condiciones«, dijo Virgilio Gregorini, director ejecutivo de Techo Argentina.

Y opinó que resolver la problemática de los asentamientos y villas de emergencia deberá ser prioridad máxima de la Argentina si la sociedad y la dirigencia política quiere ser un país justo, democrático, desarrollado y pacífico.

El dato alentador

En siete de cada diez asentamientos relevados, los vecinos se organizaron para mejorar su barrio y piensan que su rol en la coordinación y toma de decisiones en los procesos de mejora es fundamental.

Seis de cada diez referentes barriales entrevistados indicaron que la forma de solucionar el problema debería ser a través de la regularización dominial, con acceso a los servicios básicos, con créditos para vivienda y con programas de mejoramiento barrial.