Una manifestación de unas 75.000 personas marcharon ayer en el centro de Santiago de Chile para solicitar la finalización del sistema de jubilaciones privadas que rige en el país trasandino desde que se creó en la dictadura de Augusto Pinochet.

Si bien el número de asistentes expuesto por los organizadores contrasta con los 15.000 que la policía dijo que había, aquellos que encabezaron la protesta exhortaron a quienes reciben los aportes de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) que se retiren de las mismas.

En su oportunidad, la presidenta Michelle Bachelet había propuesto aumentar en un cinco por ciento la taza de cotización, pero fue rechazado porque según indicaron era “más de lo mismo”.

“Nos han dado pensiones miserables y nos han engañado”, fue la afirmación de una de las participantes de la marcha de protesta, que tuvo su correlato en aproximadamente 50 ciudades del país en las que el frío y la lluvia no impidieron su realización.

Voceros de la organización denominada No más AFP cargaron contra dos de ellas de nombre Cuprum y Provida, al decir que las mismas “estafaron a todos los chilenos con la evasión tributaria en más de 420 millones de dólares”.

Según un informe de la Superintendencia de Pensiones, las jubilaciones en Chile oscilan en un promedio de 300 dólares mientras que el sueldo mínimo se ubica en aproximadamente 385 dólares.

«El sistema de capitalización individual nos ha llevado a creer que nosotros somos dueños de nuestros fondos, pero no es así, ellos lucran con nuestros fondos y nos entregan pensiones miserables», indicó la trabajadora de 60 años María Isabel Bufané.