SáBADO, 30 DE NOV

Una ex funcionaria de Delitos Complejos que negó todo y recordó poco

Ana Viglione, jefa de la disuelta secretaría, prestó un escueto testimonio y rechazó haberse vinculado con la Brigada Operativa Judicial. Además, dijo "no recordar que la hayan hecho callar" y que el ex gobernador Bonfatti le haya reprochado su trabajo. 

La ex policía y abogada Ana Viglione, que en el año 2013 ejercía como titular de la ya disuelta Secretaría de Delitos Complejos del Ministerio de Seguridad de la provincia de Santa Fe, se vio obligada a prestar testimonio este jueves, en la decimosexta audiencia de debate del juicio que juzga a Los Monos. La ex jefa de la repartición negó todo vínculo con la Brigada Operativa Judicial y con la División Judiciales ya que ellos no dependían de su Secretaría.

Viglione había presentado un escrito a fin de ser eximida de prestar testimonio, ya que se encuentra imputada en una causa que lleva adelante el fiscal Aníbal Véscovo, por haber prestado falso testimonio en la etapa de instrucción de la causa por Asociación Ilícita que llevaba adelante el juez Juan Carlos Vienna. Sin embargo, el presidente del Tribunal, el juez Ismael Manfrín resolvió rechazar dicho pedido y hace comparecer a la testigo, pese al desistimiento de la Fiscalía, ya que uno de los defensores, el doctor Fausto Yrure, así lo solicitó. Similar escrito había presentado quien la secundara en su cargo en aquellos años, Andrés Ferrato, también imputado por las mismas razones y también desistido por la Fiscalía y por la defensa de Gustavo Peryera, uno de los policías imputados en la causa 913/12 acusado de pasar información a la supuesta banda, quien no tuvo necesidad de sentarse en el sillón destinado a los testigos. En los pasillos tribunalicios trascendió que en estos días, el fiscal Aníbal Véscovo pidió tres años de prisión para ambos funcionarios.

El de Ana Viglione era uno de los testimonios más esperados, sin embargo, luego del desistimiento de la Fiscalía y del representante legal de uno de los policías imputados, Gustavo Pereyra, uno de los más interesados en su declaración, sólo el defensor Fausto Yrure, quien profundizó en la relación de Viglione con la BOJ y la División Judiciales.

«Ellos no dependían de nosotros, no teníamos vínculos y no tenían nada que ver con nosotros» señaló Viglione cuando la interrogaron sobre conflictos o discrepancias con la Brigada. En otro tramo de su declaración, luego de que Yrure le recordara una escucha telefónica entre Ariel Germán Lotito y Cristian Romero, en la cual el primero la acusaba de jugar en contra del segundo con «patadas en el pecho», la es funcionaria negó que eso fuera así y de igual forma negó que en una reunión en la cual criticó a Romero, el ex gobernador Antonio Bonfatti la haya obligado a callarse y le pidiera que no critique a la División Judiciales porque «trabajaban muy bien». «No recuerdo que eso haya pasado. Todas las veces que hemos tenido reuniones de gabinete, jamas ningún funcionario me hizo callar, no son dinámicas que se utilizan en esas reuniones».
El problema con Pereyra
Gustavo Pereyra, hoy imputado en la causa 913/12 por el supuesto delito de pasar informacion vital a integrantes de la banda, era subalterno de Ana Viglione y Andres Ferrato en la Secretaría de Delitos Complejos. De hecho, la causa que ambos enfrentan por falso testimonio tiene que ver precisamente con que durante la instrucción realizada por el juez Vienna declararon que nunca habían ordenado a Pereyra que investigara cuestiones relacionadas por el narcotráfico.
Gran cantidad de mails intercambiados entre los funcionarios y Peryera que daban cuenta de lo contrario, fueron la base para que el mismo juez Vienna iniciara un legajo por falso testimonio, causa a la que luego se sumó como querellante el policía ahora imputado.
Según explicó el defensor de Gustavo «Gula» Pereyra, Alberto Tortajada, la razón del desistimiento de tomar testimonio a Viglione y Ferrato fue que, precisamente, este miércoles, el fiscal Aníbal Véscovo les informó que se presentó la acusación contra los funcionarios, para quienes pedirá tres años de prisión, por lo cual ya no era necesaria la declaración. «Ademas no corresponde, porque nadie está obligado a declarar contra sí mismo, y lo que nosotros queríamos, que era introducir la prueba, fue aceptado hoy por el juez cuando se entregó copia de esta acusación».

 

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