Un equipo de forenses se desplazará a la zona del río Paraná Guazú en la que fueron encontrados restos del avión con tres tripulantes que se accidentó el 24 de agosto pasado tras despegar del Aeropuerto de San Fernando.

Así lo indicó esta mañana el titular de la AdministraciónNacional de Aviación Civil (ANAC), Juan Irigoin, quien dijo que se esperaba «confirmaciones» tras el trabajo en el lugar de «un equipo de Antropología Forense».

Según se supo en las últimas horas, habrían hallado restos humanos en el interior del fuselaje de la aeronave.

El funcionario, en declaraciones a la prensa, sostuvo que el avión bimotor «está semienterrado» y «va a ser muy difícil extraer sobre todo las partes muy pesadas».

Irigoin explicó la tardanza en encontrar el avión siniestrado en la confluencia de los ríos Paraná Guazú y Barca Grande, a unos 40 kilómetros de Zárate, en la dinámica del curso fluvial y que el hallazgo se produjo por circunstancias extraordinarias, como una bajante prnunciada y lluvia posterior que «lavó» los restos.

«Hubo bajantes del río, lluvias y es muy difícil al búsqueda. Uno puede interpretar de cómo no lo encontrarmos si hemos sobrevolado el lugar varias veces. La realidad es que es increíble que lo hayamos encontrado», sostuvo.

Irigoin también recordó que no hubo llamado de emergencia de los pilotos, ni se activó el mecanismo que lleva la nave para esos casos, por lo que recién se activó la búsqueda cuando se venció el tiempo de autonomía de vuelo.

Por otro lado, dijo que uno de los aspectos que la Junta de Investigación de Accidentes Aéreos deberá evaluar es si las 40 horas que tenía el piloto del avión, Matías Ronzano, eran suficientes.

«El copiloto no había volado ese avión en particular. Eran chicos bien entrenados y buenos pilotos. Habrá que ver si la cantidad de horas que tenía el piloto eran suficientes. Eso va a ser evaluado por la Junta», explicó.

El Mitisubishi bimotor siniestrado, «un avión de 40 años pero muy bien mantenido», era una nave que requería «un piloto muy bien entrenado sobre todo para salir de una situación de emergencia».

El avión con matrícula LV-MCV, tripulado Matías Aristi, hijo del dueño de la empresa agropecuaria Aibal SA, propietaria de la nave y los pilotos Matías Ronzano y Emanuel Vega, había desaparecido el 24 de julio pasado luego de despegar del Aeropuerto de San Fernando con rumbo a Formosa.

Tras una búsqueda que involucró a la ANAC, la Prefectura Naval y pilotos civiles, entre otros medios, el avión fue encontrado por una avioneta Cessna del organismo el sábado último por la tarde en una zona pantanosa, con signos de cayó de punta y de que no hubo sobrevivientes.

Notas Relacionadas

«La aeronave estuvo bajo el agua todo este tiempo», aseguró la Anac