El papa Francisco recibió en el Vaticano a cien miembros de las religiones cristiana, judía, musulmana, budista e hindú, entre otras, y se encontraba el argentino Claudio Epelman, director del Congreso Judío Latinoamericano y único representante latino.

También concurrieron representantes de organizaciones comprometidas en la esfera de las obras de caridad y de misericordia.

La audiencia que tuvo lugar en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, se realizó en el contexto del Año Jubilar de la Misericordia que ya llega a su fin.

«El tema de la misericordia es familiar para muchas tradiciones religiosas y culturales, donde la compasión y la no violencia son esenciales», expresó Francisco ante líderes de las más grandes comunidades religiosas del mundo.

Asimismo Jorge Bergoglio señaló que «acercarse a los que viven situaciones que requieren mayor atención, tales como la enfermedad, la discapacidad, la pobreza, la injusticia, las consecuencias de los conflictos y de las migraciones, es una llamada que sale del corazón de toda auténtica tradición religiosa».

Además se refirió a los crímenes en nombre de Dios: «Que no vuelva a suceder que las religiones, a causa del comportamiento de algunos de sus seguidores, transmitan un mensaje fuera de tono,
discordante de aquél de la misericordia», dijo Francisco.

Epelman, por su parte expresó: «Una vez más el Papa Francisco muestra su vocación por el trabajo interreligioso y el fortalecimiento del diálogo como principal enemigo del fundamentalismo».

Agregó: «Hoy la Argentina es ejemplo de convivencia interreligiosa y esto se debe en gran parte al trabajo hecho por Francisco en sus tiempos de Arzobispado» de Buenos Aires.

«Por desgracia, no hay día en que no se oiga hablar de violencias, conflictos, secuestros, ataques terroristas, víctimas y destrucción. Y es terrible que, para justificar semejante barbarie, se invoque a veces el nombre de una religión o de Dios mismo», concluyó el Sumo Pontífice.