El embajador turco ante la Unión Europea (UE) dijo que su país espera ser miembro pleno de ese bloque comunitario «antes de 2023», pero recibió el categórico freno de la Comisión Europea, cuyo presidente consideró que Ankara no está lista ni capacitada aún, porque no cumple las condiciones de acceso.

«El gobierno turco quiere adherirse a la Unión Europea antes de 2023», declaró el diplomático, Selim Yenei, en una entrevista publicada hoy por al diario alemán Die Welt, tras calificar esa hipotética fecha como «especial», dado que es el año en el que se celebra el centenario de la fundación de la actual república turca.

«Sería la coronación para mi país convertirse en ese momento en miembro de la UE», recalcó el embajador en Bruselas del gobierno del presidente turco Recep Tayyip Erdogan.

«A largo plazo, para nosotros no sería aceptable no pertenecer a la UE. Formar parte de la Unión es muy importante para nosotros», reconoció tras señalar que la pertenencia del país del Bósforo al bloque continental serviría para elevar los estándares locales en todos los ámbitos, tanto en cuestiones relacionadas con la política y la economía como en lo referente a la protección del consumidor y de la salud.

Apenas horas después de publicada esta entrevista, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, consideró que Turquía no está lista ni capacitada para entrar al bloque porque no cumple las condiciones de acceso, en declaraciones al diario Tiroler Tageszeitung, en las que estimó que la entrada de Turquía en la UE «no se producirá tan pronto».

Juncker recordó en la entrevista que el Consejo Europeo decidió en 1999 conceder a Turquía el estatus de candidato a la entrada en la UE, algo que «ahora no se puede cambiar de forma unilateral».

Esto -subrayó- «en medio del malestar, que también siento yo, sobre cómo Turquía se ha alejado de su comportamiento ejemplar tras el golpe de Estado (fallido)» del pasado julio, en alusión a la detención de unas 20.000 personas por sus presuntos lazos con la asonada.

La semana pasada, el canciller austriaco, Christian Kern, abogó por cerrar las negociaciones para admitir a Turquía en la UE, alegando que «los estándares democráticos de Turquía están lejos de justificar su adhesión».

Turquía y la UE firmaron un acuerdo de asociación en 1963, pero las negociaciones sobre el ingreso en el bloque comenzaron solo en 2005 y se interrumpieron en numerosas ocasiones por las divergencias.

Hasta la fecha fueron acordados 16 de los 35 puntos técnicos que debe cumplir Ankara para alcanzar los estándares europeos.