Los ciudadanos, que residen fuera de aquel país, tienen causas pendientes con la Justicia y deberán regresar en el plazo de 90 días, según detalló en Ministerio del Interior.

El Ministerio del Interior turco anunció que 130 personas residentes en el extranjero y con acusaciones de participación en el intento de golpe de Estado de julio de 2016, entre ellos el predicador Fethullah Gülen, perderán la ciudadanía si no regresan al país en 90 días.

Los 130 ciudadanos tienen causas pendientes con la Justicia y no han acudido a los tribunales que los juzgan porque residen en el extranjero, según detalló en el Boletín Oficial el Ministerio del Interior.

En el listado figuran presuntos miembros del grupo yihadista Estado Islámico (EI) y de la cofradía del clérigo islamista Fethullah Gülen, a quien Ankara acusa del fallido golpe de Estado del pasado 15 de julio.

El propio Gülen, que vive en Estados Unidos desde 1999, se encuentra en la lista de acusados a los que se amenaza con quitarles la nacionalidad turca.

En la lista de afectados también hay sospechosos que enfrentan causas por sus vínculos con la guerrilla kurda del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), entre ellos dos diputados del izquierdista Partido Democrático de los Pueblos (HDP).

En total, doce de los 59 diputados del HDP, la tercera fuerza en el Parlamento turco, permanecen en prisión preventiva acusados de tener vínculos con el PKK.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, señaló la semana pasada que si los acusados de vínculos terroristas que residen en el extranjero no son deportados, perderán su ciudadanía.