El presidente estadounidense, Donald Trump, intensificó este martes su pelea con el Congreso al prohibir a su embajador ante la Unión Europea comparecer ante legisladores que querían interrogarlo en el marco de su investigación de juicio político contra el mandatario.

En respuesta, los congresistas advirtieron que emitirán una citación formal para forzar al embajador Gordon Sondland, que había aceptado comparecer de manera voluntaria, a presentarse y dar su testimonio.

Sondland tenía previsto declarar hoy a puertas cerradas ante las tres comisiones de la Cámara de Representantes que evalúan si Trump debe ser sometido a juicio político por haber instado a su par de Ucrania a investigar a su rival político demócrata, Joe Biden.

La oposición demócrata, que impulsa la investigación, sospecha que Trump congeló fondos de ayuda militar a Ucrania para presionar al presidente Vladimir Zelenski a acceder a su solicitud.

Mensajes de texto difundidos la semana pasada mostraron que Sondland y otros dos diplomáticos estadounidenses actuaron como intermediarios de los pedidos de Trump para que Kiev investigara a Biden y a su hijo, que trabajó en una compañía de gas de Ucrania.

El presidente de la Comisión de Inteligencia, Adam Schiff, dijo que bloquear la comparecencia de Sondland era «otra fuerte evidencia» de la obstrucción de la investigación por parte de Trump y el secretario de Estado, Mike Pompeo, informó CNN.

Pompeo, como máximo responsable de la diplomacia del país, es el jefe de Sondland, a quien las comisiones exigen además la entrega de documentos relativos a su rol en la intermediación entre Trump y Zelenski.

«Al impedirnos oír a este testigo y obtener esos documentos, el presidente y el secretario de Estado están adoptando acciones que evitan que conozcamos los hechos necesarios para proteger la seguridad de la nación», dijo Schiff.

«Estamos determinados a encontrar respuestas para este investigación de juicio político», agregó.

Un Trump cada vez más nervioso y errático ha dicho que no hubo nada impropio en su manejo de la relación con Zelenski y Ucrania, y que la investigación, a la que llegó a calificar de «golpe de Estado», es una campaña demócrata para impedir su reelección.