Evolución. Tras más de medio siglo con el mismo logo, la famosa marca de harina leudante Blancaflor decidió cambiar su imagen y liberar a la amasadora negra que la caracterizó durante tanto tiempo.

Blancaflor salió a la venta en 1956 y se estableció en el mercado con un logo que incluía un dibujo de una mujer negra, con guantes blancos y una especie de uniforme de cocina, con gorro y delantal.

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Durante muchos años el logo no dejó de cosechar críticas. Principalmente porque se percibía a la mujer del envase como una representación de la explotación o, incluso, de la esclavitud, expresando una postura racista por parte de la marca. Además del hecho de naturalizar que son las mujeres las que cocinan.

Pero fue recién en el 2021 que Blancaflor dejó de mirar para el costado y aplicó un cambio de imagen: ya la amasadora quedó liberada y el logo solo enseña unas manos batiendo una preparación hecha con harina e ingredientes de cocina alrededor.

Más vale tarde que nunca…