La compra de Credit Suisse por el mayor banco suizo, UBS, vendrá acompañada de una ola de despidos que, de acuerdo a los primeros rumores, alcanzará a un 30% del personal de ambas corporaciones, es decir, 40.000 de los 120.000 trabajadores de todo el mundo.

El presidente de UBS, Colm Kelleher, informó de la posible venta o cierre del negocio de banca de inversión de Credit Suisse y sugirió recortes de personal. «Seremos unos empleadores considerados, pero debemos hacerlo de manera racional, cuidadosamente», dijo el banquero.

La gran duda ahora es cuántos empleos pueden destruirse. UBS cuenta con 74.000 empleados en todo el mundo, frente a los 30.000 de Credit Suisse y los sindicatos suizos creen que el recorte puede ser significativo en el país, con la reducción de puestos administrativos y el cierre de oficinas. «Los trabajos de muchos empleados están en riesgo», aseguró el sindicato suizo de banca SBPV.

Recortes

El consejero delegado de UBS, Ralph Hamers, aseguró en la conferencia con analistas para presentar la operación, que el objetivo era reducir costos asociados al recorte de plantilla por 6.000 millones de dólares (5.580 millones de euros) como parte de un plan de ajuste más amplio de 8.000 millones de dólares anuales hasta el 2027. Otros 2.000 millones corresponden a gastos en tecnología de la información.

Los planes de los compradores pasan por abordar la mayor parte de los despidos en el negocio doméstico de Credit Suisse y en su banca de inversión, en los que trabajan unas 30.000 personas, según Financial Times. El ajuste total podría afectar a 40.000 trabajadores, esto es, a una tercera parte de la plantilla conjunta de ambas corporaciones.

La agencia de calificación crediticia Moody’s recortó el rating de UBS aludiendo precisamente a la complejidad de la reestructuración pendiente en Credit Suisse, así como a la «extensión y duración de la integración». A finales del año pasado, el banco fallido ya puso en marcha un plan de reestructuración que incluía la eliminación de 9.000 empleos, de los que cerca de 4.000 ya han abandonado la entidad.

Credit Suisse tiene 17.000 empleados en banca de inversión, que es ahora la parte más frágil del negocio.

Tiempos

Los costos laborales anuales de Credit Suisse rondan los 8.800 millones de francos suizos (9500 millones de dólares). «Trabajaremos de forma diligente en la nueva etapa para identificar qué puestos podrían verse afectados», indicaron ayer el consejero delegado de Credit Suisse, Ulrich Körner, y el presidente del banco, Axel Lehmann, en un mensaje a la plantilla. «Donde sea necesario, lo comunicaremos a los afectados conforme a las especificidades de cada país».

La previsión es que la fusión se aborde en el segundo semestre del año. En Suiza la operación ha generado gran malestar entre las fuerzas políticas y distintos colectivos, entre los que se ha llegado a pedir una escisión del negocio suizo de Credit Suisse que permita preservar los empleos.

En el área de banca de inversión, los recortes proceden en buena parte de la sequía de operaciones de compraventa de empresas y de salidas a bolsa en los últimos meses, que ya han obligado a corporaciones como Goldman Sachs o BlackRock a recortar miles de posiciones en todo el mundo. Este negocio se caracteriza por el perfil elitista de los banqueros y las elevadas retribuciones.