Brasil «ha pasado la página» tras un período de «turbulencias políticas», afirmó el viernes su nuevo presidente Michel Temer desde China, dos días después de la controvertida destitución de Dilma Rousseff.

«Hemos padecido turbulencias políticas y económicas, recesión, pero ya se ha pasado esta página» aseguró Temer ante la prensa, tras una rápida escala en Shanghai, antes de una cumbre del G20 en Hangzhiu (este).

«Brasil deja resueltamente atrás toda la inestabilidad económica y política que padeció en los últimos años», insistió tras una reunión con el alcalde de Shanghai, Yang Xiong.

Temer juramentó su cargo horas antes de viajar a China para la cumbre del G20 de este fin de semana, en la que intentará «buscar recursos e inversores» para Brasil, en su primer acto internacional como presidente titular.

El nuevo presidente brasileño llamó en Shanghai a reforzar las cooperaciones económicas sino-brasileñas.

«China y Brasil deben valientemente apoyarse, sobre todo ahora que la economía brasileña recupera la salud y nuestra perspectivas económicas que son previsibles», comentó Temer, según la traducción oficial en chino de sus palabras.

«China es el socio cuya cooperación es la más crucial para Brasil en este momento. Para consolidar la confianza en Brasil, necesitamos el apoyo chino» aseguró.

Más tarde, a su llegada a Hangzhou, se reunió con el presidente chino Xi Jinping que calificó al nuevo presidente brasileño de «viejo amigo».

Temer respondió hablando del «honor» que supone ser recibido en China y dijo que todavía se sentía «más honrado de oírle decir que somos amigos».