En los primeros siete meses de 2016, el sector agrícola exportó 54,3 millones de toneladas, lo que representó una suba del 19,6% en volúmenes, por u$s 16.005 millones.  Las ventas externas subieron 5,1% en valores respecto de igual período de 2015.

Así, las exportaciones de la actividad en 2016 llegarían a los u$s 26.000 millones, de acuerdo con las estimaciones de la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales (IES).

«En valores, en el acumulado de siete meses de 2016, los granos tuvieron una participación de 41,7% en el valor total exportado, 25,9% del total corresponde a cereales y el 15,8% restante a granos oleaginosos», sostuvieron los IES consultores.

Además, agregaron que «los aceites vegetales participaron con el 18,5% (de soja, girasol, maní, oliva y maíz), los subproductos oleaginosos representaron el 38% y los cultivos industriales el 1,7%».

Para el total del sector agrícola, siempre en el mismo período, las ventas externas se mantienen diversificadas y tienen a China como principal comprador con u$s 2109 millones (13,2% del total), seguido por la India (8,6%) y por Vietnam (8,1%).

«La participación de las exportaciones del sector agrícola en el total de las exportaciones de nuestro país llegó al 49% en el acumulado de siete meses de 2016, superior al 44,7% de igual período de 2015, por lo cual el sector agroindustrial es el más importante en el comercio exterior argentino», indicaron.

Para Alejandro Ovando, director de IES Consultores, «las perspectivas para el ciclo agrícola 2016-2017 plantean un escenario de mayor rentabilidad y mayores inversiones en el sector. Este escenario generará una mayor rotación entre cultivos, que diversificará la siembra y reducirá la fuerte sojización que caracterizó al agro nacional en los últimos años».

A pesar de las malas condiciones climáticas, la producción agrícola del ciclo 2015-2016 finalizó con un aumento de 1,9% con respecto al ciclo previo, con un volumen cosechado que, según el análisis, totalizó 125,8 millones de toneladas y logró un nuevo máximo histórico.

Hubo retroceso en las producciones de trigo y de soja, pero el fuerte incremento en el volumen cosechado de maíz compensó esas  mermas.