Un sismo de magnitud 6,8 sacudió en la madrugada del miércoles a Ecuador, causando alarma y dejando cinco lesionados leves, un herido y pequeños daños materiales un mes después del devastador terremoto que mató a unas 700 personas, informaron las autoridades.

«Hay lesionados leves pero básicamente porque salieron corriendo, se tropezaron, cosas así, y también afectaciones menores en infraestuctura», dijo el presidente Rafael Correa a la prensa.

El ministerio coordinador de Seguridad reportó luego, en un comunicado, sobre afectaciones en tres viviendas y que cinco personas sufrieron leves lesiones y otra resultó herida al colapsar una pared.

El sismo, de acuerdo al Instituto Geofísico de Quito, se registró hacia las 02H57 locales (07H57 GMT) y su epicentro se localizó cerca de Mompiche (185 km al oeste) y a unos 14,7 km de profundidad.

Ese balneario está en la provincia costera de Esmeraldas (noroeste y limítrofe con Colombia) y es vecina a Manabí (oeste), ambas azotadas por el terremoto del 16 de abril.

El movimiento telúrico fue sentido en Quito y varias provincias ecuatorianas, así como en los departamentos colombianos de Cauca, el fronterizo Nariño y Valle del Cauca, de acuerdo con el Servicio Geológico de Colombia.

Cali, capital del Valle del Cauca, fue remecida con fuerza y despertó a pobladores, según un fotógrafo de la AFP.

«En Manabí y Esmeraldas hay pequeñas novedades. No tenemos que lamentar daños a personas, (solo hubo) pequeñas lesiones, se fue la luz, (alguien) salió corriendo, se tropezó, se quebró el pulgar. Cosas así, pero son lesiones menores a personas», manifestó Correa tras una reunión urgente del Comité de Operaciones de Emergencias (COE) nacional.

Añadió que «hay pequeños daños materiales sobre todo en viviendas que ya estaban con afectaciones y que no estaban habitadas».