Los muertos en el atentado del sábado contra micros en los que viajaban miles de desplazados en la zona de Al Rashidin, al oeste de la ciudad de Alepo, ascienden a más de 110, informó hoy el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

El atentado se perpetró mediante un coche bomba y apuntó contra los miles de civiles que huían de la guerra en las localidades de Fua y Kafraya y que estaban siendo trasladados a territorios bajo control del Gobierno de Damasco en el marco de un acuerdo con insurgentes, informó la agencia de noticias DPA.

El OSDH precisó que entre los fallecidos hay 98 vecinos de Fua y Kefraya –pueblos de mayoría chiita- y varios voluntarios de la Media Luna Roja Siria, que estaban facilitando el proceso de evacuación.

La fuente no descartó que el número de muertos aumente porque hay decenas de heridos, algunos de ellos de gravedad, informó la agencia de noticias EFE.

Sin embargo, la Media Luna Roja Siria desmintió haber tenido víctimas entre sus voluntarios, según informó la portavoz de la organización humanitaria, Mona Kurdi,

Asimismo, Kurdi anticipó que el proceso de salida de civiles y combatientes de las poblaciones sitiadas continúa, pese al atentado.

«La operación sigue en marcha», dijo la portavoz, quien no quiso precisar el número de personas que han abandonado hasta ahora esas localidades «por motivos de seguridad».

Kurdi hizo hincapié en que «la Media Luna Roja siempre está lista para cumplir con su deber humanitario y no es parte de ninguna negociación política».

El atentado fue cometido cuando los micros con evacuados de Fua y Kefraya, dos pueblos de mayoría chií de la provincia de Idleb (noroeste), esperaban en el paso de Al Rashidín para cruzar a las áreas bajo el control de las autoridades en Alepo.

Por el momento, ninguna organización reivindicó este ataque. La agencia de noticias oficial siria, SANA, acusó a «terroristas» de haber perpetrado el atentado, mientras que grupos opositores atribuyeron la responsabilidad al gobierno.

Fua y Kefraya está asediados por varias facciones islámicas, entre las que figura el Organismo de Liberación del Levante, ex filial de Al Qaeda, que dominan casi toda Idleb.

La evacuación de civiles y combatientes de ambas localidades se está llevando a cabo en virtud de un acuerdo alcanzado en marzo entre el grupo chiita libanés Hezbollah e Irán, aliados de Damasco, y la facción siria Ejército de la Conquista, y que fue auspiciado por Qatar.

El acuerdo incluye también una evacuación similar de civiles y milicianos de las poblaciones de Madaya y Al Zabadani, al noroeste de Damasco y rodeadas por los leales al presidente Bashar al Assad.