La inminente suba en el precio del aceite, que rondará el 30% desde agosto, aunque desde el gremio advierten que podría triplicarse antes de fin de año, ya genera desabastecimiento en góndolas de supermercados. Y en los casos donde «aún quedaban botellas sólo estaba permitido comprar dos unidades por persona o grupo familiar», así lo afirmó el secretario general de la Federación de Aceiteros, Daniel Yofra.

La polémica se originó tras la decisión del Gobierno de no extender más el fideicomiso que subsidió el precio interno del aceite, el cual fue creado en 2008 y se mantuvo vigente hasta diciembre de 2015 y prorrogado por el Gobierno de Mauricio Macri hasta julio.

El titular del sindicato de trabajadores aceiteros, Daniel Yofra, dijo a Conclusión que el costo de la botella de aceite puede subir a $90, pero lo dio a entender de manera potencial, «ya que el valor del litro de aceite está rezagado con respecto al costo de la gaseosa o de agua y esto nunca pasó porque el aceite fue uno de los productos más caros de la canasta básica».

Apenas se conoció la noticia acerca de la decisión del Gobierno de liberar el precio de este alimento tras dos años de esta estable, la gente salió rápidamente a comprar botellas de aceite y en las góndolas se tornó imposible adquirir alguna botella de aceite de las variantes más económicas

Para el gremialista, no «es de extrañar que tal cosa acontezca ya que cuando el conflicto por paritarias duró 25 días los mercadistas especularon con desabastecer la plaza para incrementar el precio del aceite de mesa», hecho que «repercutió en los consumidores porque se encontraron que tenían una menor oferta de marcas».

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Según Yofra, «la falta de variedad de aceites se esta registrando desde hace un tiempo, además el retiro del fondo se presta para especular porque el monto del subsidio era de 5 pesos», y «esto generó que las empresas solicitaron la disolución del fideicomiso porque les impedía incrementar el valor del aceite mientras siguieran recibiendo el subsidio hasta fines de julio».

El representante de los trabajadores rememoró que «algunas empresas aceiteras especularon antes, y no es de extrañar que hoy estén en lo mismo, tanto los que fabrican como los que distribuyen y no hay que dejar de lado a los formadores de precios que son los supermercados», y agregó que «es muy raro que renuncien a un subsidio seguro para cobrar lo mismo sin esa garantía, no resulta raro pensar que el precio será mayor al anunciado».

Yofra dice que «es seguro que están en una maniobra para aumentar el precio del aceite porque no tiene sentido esconderla ahora si el negocio de las cadenas comerciales es vender lo que más puedan, esta claro que están acaparando porque compraron a bajo precio y lo venderán al precio que más les convenga».

El sindicalista expresó que no le consta «que las envasadoras les hayan negado la entrega de aceite a los supermercados».

Un registro de este medio indica que «en el lo que va del año el aceite de maíz subió casi 34% y el de girasol, casi 38%.

Durante junio, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que el precio del aceite subió 16% durante ese mes, tras dejar de integrar el plan oficial Precios Cuidados.

Por su lado, el gerente de Comunicaciones y Relaciones Institucionales de la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara), Andrés Alcaraz, ratificó que el precio del aceite aumentará 30% y cuestionó a quienes sostienen que el ajuste será mucho mayor..

En declaraciones radiales, Alcaráz explicó: «El 1 de agosto va a aumentar el precio en un 30%, pero solamente en el 20% de los productos del mercado, que son los aceites de uso
comestible».

«El aceite de girasol está en $30 y va a pasar a costar $40. El de mezcla está a $24 y pasaría a $31, pero estamos lejos de los $90 que dijo el sindicalista que no tiene nada que ver con la realidad», puntualizó.

Alcaraz indicó que el ajuste «se debe a la compensación tras el fracaso del fideicomiso que permitía vender los aceites a menor valor que el precio de mercado, y al incremento en los costos de producción».

El dueño de la marca de aceite comestible Marolio, Víctor Fera, aseguró que la botella de 900 centímetros cúbicos costará entre 35 y 37 pesos en agosto y alcanzará los 40 pesos en septiembre, pero llegará a 90 pesos al menos este año.

Así, el empresario alimenticio -también propietario de la cadena Maxiconsumo- descartó que la botella de litro y medio de aceite de girasol o mezcla (con maíz) roce los 100 pesos.

La botella de 900 centímetros cúbicos de aceite de girasol estaba entre 12 y 14 pesos en diciembre, ahora se encuentra entre 24 y 26 pesos y con esta desregulación del mercado habrá una suba de entorno al 30%, por lo que el precio va a llegar a entre 35 y 37 pesos, dijo Fera.

El empresario consideró que con el aumento que registrará a partir del 1 de agosto, el aceite de girasol llegará al precio de mercado sin subsidio por lo que habrá un nuevo alza en
septiembre, pero será «mínimo».

Fera, dueño de la marca de aceite Marolio, explicó que en la actualidad hay aproximadamente seis grandes envasadores y distribuidores que se distribuyen el mercado interno argentino en partes similares (16% promedio).

Del total de aceite producido en la Argentina, el mercado interno consume sólo el 4 por ciento y el restante 96 por ciento es exportado a diferentes países del mundo, principalmente Europa y Asia.