Una apertura económica como la que propone el Gobierno, combinada con una sobrevaluación de la moneda y un consumo en relativa recuperación, podría confluir «en una crisis en el mediano plazo», advirtió un informe de coyuntura de economistas heterodoxos.

Según estimaciones de Alejandro Robba, Emiliano Colombo y Andrés Salles, integrantes de la GraN maKro, el «segundo semestre» no aparece y el año que viene los indicadores sociales podrían ser «todavía más negativos que los actuales».

En este sentido, indicaron que «Argentina ya vivió al menos dos veces situaciones de apertura económica combinada con sobrevaluación de la moneda y consumo en relativa recuperación, pero los resultados a mediano plazo fueron crisis económicas mayúsculas».

«Es increíble que un gobierno adopte las mismas políticas y piense que los resultados podrían ser diferentes», agregaron los analistas, en un informe divulgado a la prensa.

«Si con un dólar que a siete meses de una fuerte devaluación, por la alta inflación, ya perdió gran parte de su eficacia para frenar importaciones, con un mundo que busca exportar sus excedentes comerciales a como dé lugar, con la demanda interna deprimida, exportaciones en retroceso e inversiones que no llegan, la expectativa de terminar el año creciendo como han señalado el Gobierno y la mayoría de los analistas económicos no tiene ningún asidero», dijeron.

Asimismo, consideraron que «el año que viene, tomando como dato firme un seguro cierre de año recesivo, de recrearse un rebote económico, será sin creación neta de empleo y con indicadores sociales todavía más negativos que los actuales».

En su informe, los economistas resaltaron que «se acelera la caída de la economía argentina» y consignaron que la actividad se derrumbó 4,3 por ciento en junio pasado, con respecto a igual mes del año anterior, de acuerdo con datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

«Lejos de avistarse una recuperación en el segundo semestre, la recesión presenta mes a mes signos de mayor intensidad», dijeron los integrantes del grupo heterodoxo.

Indicaron que «entre los sectores que más están cayendo se encuentran Construcción e Industria» y consideraron que en la Argentina se está produciendo una «Tercera Ola Desindustrializadora alentada por la política económica del gobierno de (Mauricio) Macri».

«Es claro que, por tamaño de empresa, las más perjudicadas son las PyMEs industriales, grandes generadoras de puestos de trabajo en los principales cinturones industriales del país. No es casual, por ende, que, como indicó el Indec esta semana, Gran Buenos Aires, Gran Córdoba y Gran Rosario empiecen a mostrar cifras alarmantes de desempleo (11%)», reseñaron.

Los economistas insistieron en su informe en que «el Gobierno ha optado por alentar, como política antiinflacionaria, una amplia apertura económica que, sumada a la fuerte caída de la demanda interna, al incremento de costos por la devaluación y el aumento de tarifas, y a las altas tasas de interés para su financiamiento, están ahogando a las pequeñas y medianas empresas».

Además, señalaron que «las fábricas argentinas producen cada vez menos, como lo demuestra» un reciente informe de la Unión Industrial Argentina (UIA), que reportó que la contracción manufacturera en junio ascendió al 9,5% (interanual).

«A la caída del mercado interno se le suma un mundo que no demanda nuestros productos. Sabiendo esta situación, no se entiende por qué el Gobierno ha descuidado tanto el mercado interno, al que sí se podría haber revitalizado con políticas anticíclicas», completaron los economistas en su informe de coyuntura.