Por Marcelo Chibotta
Miguel Cappiello, senador por el departamento Rosario, es palabra autorizada para hablar de uno de los temas que más preocupan a la sociedad por estos días: la gripe A, una enfermedad que irrumpió de un día para el otro a escala global, a punto tal que fue declarada como pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en junio de 2009.
La noticia corrió como reguero de pólvora por los medios de comunicación, razón por la cual la población mundial temió porque el mal ponía en riesgo la vida y también por el lógico miedo que provoca aquello que es desconocido e incontrolable.
Por esos tiempos, Cappiello era ministro de Salud de la provincia de Santa Fe y debido a su profesión de médico le contó a Conclusión sus características, las prevenciones que hay que tomar y las situaciones que tuvo que enfrentar en su momento ante tan incierto panorama.
Pasado el tiempo, la información sobre esta enfermedad parece no estar clara, cuestión que se encargó de pasar en limpio el ex ministro de Santa Fe: “Primero hay que hacer una diferenciación, lo que se llama la gripe común, no es gripe, es virosis respiratoria. Son virus que toman el aparato respiratorio. La gente, los médicos, los equipos de salud hablan de gripe. La gripe como tal, es una enfermedad bastante compleja y grave. En los libros de medicina interna con los que uno estudió le llamaban el trancazo, en España, porque te tiraba a la cama con mucha fiebre y en algunos casos producía la muerte”.
“Después apareció la pandemia de la gripe A con sus distintas variantes. Que ese sí es un virus de la gripe. El que más tuvimos es el H1N1, después tenemos el H1N2, el H2N3, son distintos serotipos de un mismo virus”, especificó.
Allí, relató las situaciones que le tocó vivir estando en funciones: “Cuando estuvo la pandemia, nosotros tuvimos muchos casos de muerte. La gripe A es de alta transmisibilidad y todos los que murieron eran los que tenían algunos de los riesgos que se anuncian en las propagandas, es decir, ser mayores de 65 años, diabéticos, obesos, inmunodeprimidos, las embarazadas…”.
“En ese tiempo –prosiguió– nosotros tuvimos un aumento de la mortalidad materna porque se nos murieron 9 mujeres embarazadas. Pero después ¿qué es lo que hay que hacer con una o con otra?. Cuando pasó la pandemia apareció la vacuna de la gripe A, la de los virus de gripe estacional ya estaba, con sus distintas variedades que da la OMS. Quienes la fabrican, lo hacen de acuerdo a lo que se presume que va a circular y esa es la vacuna que se está poniendo en estos momentos”.
Sin detenerse, Cappiello siguió aclarando el tema: “El Estado propende a darle difusión a la gripe A y por eso uno termina extraviándose. Creo que hay una propaganda que es complicada, como por ejemplo esa en la que hay que alguien que tiene gripe, lleva una bañadera a la farmacia y que le dan un medicamente que en 30 minutos lo cura. Estas son las confusiones que uno ve que se le da a la comunidad porque dicen que hay medicamentos que curan una virosis que se trata con paracetamol, reposo, con un aislamiento relativo, con cuidado del ambiente y del entorno familiar. No hay un medicamento mágico que cure este tipo de enfermedades en 30 minutos”.
“Hay un tiempo que es el tiempo evolutivo de la enfermedad. Por ahí también se ve que hay quienes toman antibióticos por estas enfermedades que no tienen ninguna acción sobre el virus, por lo cual se produce un gasto excesivo de dinero en medicamentos que no tienen objeto de ser. Lo que hay que hacer es consultar al médico, que es quien decide sobre lo que se debe hacer”, señaló el actual senador por Rosario.
Enseguida, Capiello se refirió específicamente a la gripe A: “Distinto ha sido esto, que arrancó siendo una pandemia, afectó a todo el mundo y mató a mucha gente, entonces hubo que salir a hacer una vacuna por la ingeniería genética rápidamente. Lo que pasa es que no siempre llegaba en tiempo y forma. Este año llegó en tiempo y forma pero se acabó muy rápidamente porque empezaron los casos muy rápido, en muy corto tiempo. Se han querido vacunar todos, tengan o no tengan factores de riesgo, por lo cual la cantidad que se vacunó ha sido muy grande y entonces da este faltante”.
“Pero más allá de esto, se tienen que vacunar los que tienen factores de riesgo, no una persona sana, y esto es lo que cuesta a veces transmitir como la decisión que se toma epidemiológicamente y sanitariamente de lo que hay que hacer”, aseveró.
Finalmente, volvió a sus tiempos de ministro: “A mí me criticaron porque dije que sería conveniente que los chicos de quinto año no fueran a Bariloche, era el consejo de quien era en ese momento el ministro de Salud pero me dieron con un caño, me trataron de ignorante desde Bariloche y a la semana los ministros de Salud y de Educación de la nación suspendieron esos viajes. La gripe A es una enfermedad de fácil transmisibilidad y en ambientes cerrados, más todavía. Quise suspender los partidos de fútbol pero no tuve fuerza en ese momento».
