En el mes de septiembre se produjeron siete donaciones de órganos y tres de tejidos en efectores de nuestra provincia. A partir de las siete donaciones se lograron 13 trasplantes renales, seis de hígado, uno de corazón y uno hepatorrenal.

Si a esto le sumamos los 17 implantes de córneas, podemos decir que en el mes de septiembre tuvimos 38 trasplantes, lo que a su vez traducimos en 38 razones para estar alegres porque sabemos que estas personas mejorarán notablemente su calidad de vida

En tanto, a nivel nacional la cifra de donantes efectivos de órganos ascendió a 45 y a 33 la de tejidos, lo que posibilitó que 113 personas recibieran un trasplante de órganos y 77 personas fueran trasplantadas de córneas.

El Hospital de Emergencias Clemente Álvarez no sólo fue el efector con más donaciones de la provincia, sino de todo el país. Hubo cuatro procesos de donación de órganos y dos de córneas. A lo largo del año ya acumula 17 donaciones de órganos, alcanzando el segundo lugar entre los primeros hospitales procuradores a nivel nacional.

“Las siete donaciones que hubo en Santa Fe fueron multiorgánicas. Esto se debe a la dedicación y profesionalidad de los equipos de salud, tanto del Cudaio como de los hospitales y sanatorios. Esto se logra gracias a la confianza puesta de manifiesto por los familiares de los donantes como de los receptores al sistema de salud provincial”, destacó el ministro de Salud, Miguel González.

“Tanto el Heca como nuestra provincia siguen siendo, año tras año, una referencia por la forma de trabajo y la superación permanente de las metas”, manifestó Martín Cuestas, titular del Cudaio.

Asimismo, precisó que “en 2014 y 2015 Santa Fe superó la tasa de 20 donantes por millón de habitantes, cifra que está muy por encima de la media nacional. Sin embargo, para fin de año se espera alcanzar o incluso superar ese máximo”.

“El trabajo de Cudaio no se limita al ámbito hospitalario; consideramos muy importante llegar a la población con información y educación sobre nuestra temática, ya que ser donante es una decisión altruista, desinteresada, solidaria y de responsabilidad social”, remarcó.

“Aspiramos a una sociedad donante, es la única forma de acercarnos al objetivo por el que trabajamos todos los días las 24 horas: reducir al mínimo los tiempos de espera de los casi 8.000 argentinos que precisan un trasplante para mejorar o salvar su vida”, concluyó Cuestas.