El CEO y fundador de Uber, Travis Kalanick, renunció hoy a la conducción de la empresa, una semana después de anunciar que se retiraría temporalmente del cargo y bajo la presión de una investigación contra la compañía por casos de discriminación, acoso sexual y sexismo sistemático.

«Amo a Uber más que cualquier cosa en el mundo y, en este difícil momento de mi vida personal, he aceptado la solicitud de los inversionistas de hacerme a un lado para que Uber pueda volver a seguir creciendo en lugar de distraerse con otra pelea», argumentó su renuncia el ahora ex CEO, en un comunicado publicado por el diario estadounidense The New York Times.

Hace poco más de una semana, Kalanick había adelantado que se tomaría una licencia del cargo después de que el consejo directivo de Uber aprobara, de forma unánime, implementar una serie de recomendaciones elaboradas a pedido de la compañía tras una investigación por denuncias de acoso sexual, discriminación y sexismo sistemático.

El reporte, realizado por un equipo de abogados que encabezó el ex fiscal general de Estados Unidos Eric Holder, propuso que se realizaran «cambios del liderazgo», concretamente la «revisión y reubicación de las responsabilidades de Travis Kalanick» y la búsqueda de un director de operaciones que trabaje junto al nuevo CEO con énfasis en la cultura corporativa.

Ayer, según informó la prensa estadounidense, cinco inversionistas de Uber exigieron la renuncia inmediata de Kalanick.

El fundador del servicio de transporte, sin embargo, se mantendrá en el consejo directivo de la empresa con sede en San Francisco, y que opera en más de 500 ciudades en todo el mundo.