El juez federal Daniel Rafecas consideró hoy que “los dos elementos que ha presentado la Daia» no le parecen «convincentes para reabrir la causa» de la muerte del fiscal Alberto Nisman, en referencia a la declaración de inconstitucionalidad del Memorándum con Irán y la conversación del ex canciller Héctor Timerman con el dirigente comunitario Guillermo Borger.

«El audio de Timerman no me lo presentaron como una prueba nueva en mi causa», sostuvo el magistrado en declaraciones a Radio del Plata.

En esa conversación telefónica, el ex canciller le atribuye a Irán la responsabilidad de haber colocado el explosivo en la sede de la Amia en 1994, que en rigor es la posición que la Argentina ha venido sosteniendo oficialmente desde 2006.

En este marco, Rafecas sostuvo que “siempre me he manejado de forma independiente a cualquier poder político y grupo de presión,» al tiempo que planteó que no le consta que “quieran correrme de mi cargo».

Acerca del caso del ex secretario de Obras Públicas José López, el juez aseguró que “no está probado que las religiosas supieran que López estaba llevando dinero ilícito” y agregó que “en un principio las monjas no vieron el arma” del ex funcionario cuando llegó con los bolsos con dólares al convento de General Rodríguez.

«(Las monjas) No tienen cuentas corrientes, celular, movimiento en la Afip y en la Anses”, afirmó y remarcó que “es cierto que son religiosas,» al destacar versiones en contrario.

La semana pasada, Rafecas amplió el procesamiento de López por el delito de enriquecimiento ilícito, y elevó el embargo en su contra a 220 millones de pesos, al atribuirle como propio el terreno y la casa de Dique Luján, en el partido de Tigre, que fue tasada en 700 mil dólares.

Rafecas también considera como partícipes necesarios a la esposa de López, Amalia Díaz, y a los empresarios Eduardo Gutiérrez y Andrés Galera, supuestos testaferros del ex funcionario.