Los sindicatos le sumarán una preocupación más al Gobierno con la renegociación de las paritarias cortas, que apuntarán a superar el 40% de aumento por todo el año. Por arriba de ese límite irá el gremio más numeroso del país, el de Comercio, así como el de los albañiles (Uocra) y otros que optaron por una discusión semestral en la primera etapa del año. Esas discusiones agregarán otro factor de inquietud al Gobierno al de las organizaciones que amenazan con reabrir sus discusiones frente al desfase entre los sueldos y la inflación acumulada.

El jefe del sindicato mercantil, Armando Cavalieri, anunció ayer que pedirá un 25% de aumento salarial para el período de octubre a marzo de 2017, como complemento del 20% acordado en el semestre anterior con las cámaras del sector, según la agencia Télam.

El dirigente sindical, que asistió a la conmemoración del Día de la Industria organizado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Cane), manifestó que la expectativa de su gremio en este tramo de la paritaria «es recuperar la inflación anual».

«En los primeros seis meses conseguimos un incremento del 20 por ciento y ahora vamos, en estos nuevos seis meses, por el 25 por ciento que llegará hasta el 2017,» detalló.

En el Ejecutivo advirtieron que operarán por bajar las expectativas en esas negociaciones. La preocupación central en el Gabinete económico es que un eventual cierre de paritarias por arriba del 40% podría incitar a otros sindicatos a reabrir sus pactos anuales, que cerraron en casi todos los casos en valores de entre el 31 y el 38 por ciento.

Es, en el sector laboral, el escenario más temido por la administración de Mauricio Macri: parte del enfriamiento de la economía y de la eventual reducción del ritmo inflacionario se basa, para los funcionarios, en la pérdida de poder adquisitivo de los salarios frente a los precios y en la mejora de la competitividad relativa de las empresas. Una potencial renegociación del grueso de las paritarias pondría en riesgo ese escenario.

Por otro lado, Cavalieri denunció esta semana que, en lo que va del año, «se cerraron unos 6.500 comercios» en todo el país, al fundamentar su respaldo al reclamo que viene realizando la CAME por la reducción de la comisiones que cobran los bancos para las ventas con tarjetas de crédito y débito.

El Gobierno deseaba que en la negociación mercantil, la mayor de la actividad privada, el pedido gremial estuviera más cerca del 10% que del 20% para el segundo semestre. Los funcionarios del Ministerio de Trabajo consultados admitieron cierta preocupación por las declaraciones de Cavalieri. Y afirmaron que intentarán convencerlo de reducir esa expectativa con el argumento de que la inflación entró en un sendero de desaceleración.

Gerardo Martínez afirmó que seguirá los pasos de su colega mercantil. «Vamos a pedir lo mismo (25% para el segundo semestre de acuerdo salarial) como aumento, al menos como un principio de negociación», explicó el dirigente a este diario. La Uocra había pactado para el semestre abril-septiembre un 22% de suba que llevó el salario inicial arriba de los 10 mil pesos. De conseguir lo reclamado, el gremio obtendría un aumento nominal anual de 47%, aunque una medición más precisa dependerá de si la segunda etapa será o no acumulativa respecto de la primera.

Fuentes: Télam y Ámbito Financiero