A la mayoría de los argentinos les resulta difícil desprenderse de objetos que ya no utilizan tales como ropa, zapatos, electrodomésticos, cajas, envoltorios y bolsas, entre otros elementos, mientras que los argumentos de por qué los guardan resultan de lo más variados, según reveló un estudio privado.

Se trata de un informe realizado por TrialPanel, consultora de Investigación de Mercado, para conocer que tan acumuladores son los argentinos, por qué tienen esa conducta y las razones por las que les cuesta desprenderse de objetos en desuso.

El 74 por ciento de las personas que participaron en la encuesta afirmó que frecuentemente guarda cosas que luego no utiliza.
Siguiendo esta línea, el 80 por ciento manifestó resultarle difícil deshacerse de los objetos en desuso.

En relación a la frecuencia con que realizan una limpieza para deshacerse de aquello que ya no utilizan, el 90 por ciento afirmó hacerlo al menos una vez al año.

Nueve de cada 10 de las personas encuestadas declaró que las cosas que ya no usan las entrega a algún familiar, persona necesitada o a la Iglesia.

Al indagar sobre aquello que más cuesta desprenderse, el ranking lo encabeza la ropa, con el 65 por ciento de las menciones.

Al respecto, ocho de cada 10 afirmó guardarla por si vuelve a ponerse de moda.

Otros objetos que los encuestados dijeron guardar son libros (51 por ciento); boletines, cuadernos escolares, trabajos prácticos (43 por ciento); calzado (42 por ciento); estudios médicos (37 por ciento) y envoltorios, cajas de regalo y bolsas (36 por ciento).

Los principales motivos por los cuales guardan estos objetos son muy variados.

El 81 por ciento aseguró que lo hacen porque en algún momento pueden llegar a utilizarlos.

Porque les trae algún recuerdo (49 por ciento), porque es algo que está roto y creen que van a arreglarlo (29 por ciento) y porque son de un ser querido (28 por ciento).

Los lugares elegidos para guardar estas cosas de más son los placares y roperos (con el 75 por ciento de las menciones), cuartos del hogar que no tienen un uso específico (43 por ciento) y el lavadero (21 por ciento).

El estudio también indagó sobre aquellos objetos que suelen estar en las casa y a los que no se les da ningún uso.

En este caso, los tres elementos más mencionados son las cintas VHS, cassettes y CDs, mencionados por el 55 por ciento de los encuestados.

Muy cerca en el porcentaje están los manuales de instrucciones de aparatos que ya se conoce el funcionamiento y libros viejos (52 por ciento).

Le siguen las recetas de comidas impresas (43 por ciento); las revistas (39 por ciento) y los clásicos sobres de ketchup, mostaza, mayonesa o salsa de soja que suelen venir con los deliveries (33 por ciento).

El estudio fue realizado entre el 24 de febrero y el 3 de marzo de este año sobre una base de 1193 casos, hombres y mujeres, mayores de 18 años, de todos los niveles socioeconómicos, residentes en la Capital Federal, el Gran Buenos Aires y principales plazas del país.