En Alemania y Japón, bancos considerados “gigantes” han iniciado movimientos para ponerle fin a sus transacciones con el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Japón, respectivamente, en lo que es la primera señal de que la política de tasas de interés negativas pudiera en realidad estar fracturando al sistema bancario.

El Commerzbank, el segundo banco por su tamaño en Alemania, es el primero en Europa en almacenar efectivo en vez de colocarlo como reservas en el Banco Central Europeo (BCE), según lo consigna la agencia Reuters. Si le siguen los pasos otros bancos grandes, «podría volver ineficiente la política de tasas de interés negativas del BCE», señala dicha agencia.

Problemas extraordinarios

Desde el Commerzbank declararon públicamente que la política de tasas de interés negativas había acabado con sus ganancias. El ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schäeuble, había dicho en abril que las tasas de interés a un nivel históricamente bajo estaban causando «problemas extraordinarios» en los bancos alemanes.

Bajo esta política completamente disfuncional, el BCE ha bombeado más de un billón de euros de dinero fresco al sistema, la mayor parte del cual se ha ido a los bancos más grandes de los países del norte de Europa, los cuales han acaparado 850 mil millones de euros directamente en el BCE en vez de hacer préstamos. Ahora, hasta esto les está haciendo perder dinero.

En Japón, la agencia nacional de noticias NHK informó que el Banco de Tokio-Mitsubishi, el más grande del país, ha renunciado a ser el operador primario de los bonos del gobierno de Japón, el primer banco gigante en hacer esto, y ya no comprará más bonos del gobierno. NHK destaca que esto «podría tener efectos amplificadores entre los otros principales bancos participantes» y fracturaría el mercado de bonos del gobierno.