Por Florencia Vizzi

Las bajas temperaturas continúan azotando la ciudad y la situación para la gente que se encuentra viviendo en la calle o que sobrevive en un escenario de crisis social es cada vez más compleja. En ese contexto, las organizaciones y movimientos solidarios, que llevan adelante un loable despliegue intentando paliar las amplias necesidades que se multiplican en un invierno tan crudo como el que se vive en estos días, son referentes obligados a la hora de hablar del tema y evaluar como golpea la realidad cotidiana.

Richard Camarasa, uno de los voceros del Movimiento Solidario Rosario, manifestó que “nosotros estamos reforzamos todas las rutas que venimos haciendo normalmente, que son cuatro rutas fijas, y, más allá de la coordinación que mantenemos con las diferentes ONG’s y movimientos y los estamentos de la Municipalidad de Rosario, estamos saliendo también con automóviles particulares, por fuera de esas rutas, a lugares a donde no se llega con lo diagramado”.

Camarasa señaló que “además de las raciones de comida, salimos con frazadas, medias, zapatillas, camperas, mantas, etc. Tratamos de conseguir donaciones y concientizar que debido al intenso frío que hace, todos podemos salvar algunas vidas y que una manta hace la diferencia y evita la muerte por hipotermia o por muerte súbita”.

El joven relató que, en relación al año pasado, las raciones que están repartiendo se han duplicado: “Estamos en el orden de unas 250, y algunos días, 300 raciones repartidas. El año pasado estábamos en 120, o sea, estamos repartiendo más del doble”.

Camarasa indica que eso no quiere decir que ese sea el número de gente que vive en la calle, pero sí es un indicador de personas que se encuentran situación de crisis social, y que ha ido en aumento. Y agrega que: “En estos casos los números que manejamos suelen ser muy variables porque hay muchos que al trabajar en la calle, por ejemplo, trapitos, vendedores, chicos cuidacoches, etc, por una cuestión de lejanía con sus casas o porque terminan demasiado tarde de trabajar y se les dificulta volver quedan pululando por el centro y no vuelven a sus barrios, lo que no significa que no tengan donde vivir. Pero si se evidencia que han aumentado notablemente las personas que viven en forma precaria. Esos números se han disparado y han crecido muchísimo”.

Por su parte, Carlos Ibalo, de los ex combatientes de Malvinas, que todos los inviernos salen con la cocina a repartir raciones de comida caliente por las calles rosarinas, explica: “Nosotros siempre salimos con la cocina completa.  El tema es que la gente muchas veces venía con recipientes o con alguna ollita para poder llevarse un poco más, más allá de la ración que reciben para comer en el momento. En esos casos, tuvimos que suspender todo eso, no se puede dar de más porque si no, no llegamos al final del recorrido y nos quedamos sin comida. Eso antes no nos pasaba. Es impresionante lo que ha aumentado la gente que hay en la calle. Sobre todo, estamos viendo muchos chicos”.

Operativo Invierno

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Laura Capilla, titular de la secretaría de Desarrollo Social de Rosario, es la encargada de coordinar, entre otras cosas, que la solidaridad sea efectiva. Desde el área municipal se encargan de sistematizar y organizar el el trabajo de los organismos oficiales y de algunas organizaciones no gubernamentales y movimientos solidarios.

La funcionaria destaca que se ha conseguido llevar adelante una buena labor en este invierno y eso se ve en los resultados. “Nosotros estamos muy conformes con el trabajo coordinado con las distintas organizaciones sociales. Ha sido un gran desafío coordinarlo efectivamente. Hay muchas organizaciones que desde hace años vienen trabajando y los hemos convocado desde el municipio para lograr llegar a la mayor cantidad de gente posible».

«En ese marco -señala Capilla- nos hemos estado reuniendo en marzo y abril para organizarnos, y hemos establecido tres líneas para el operativo de invierno. Una de esas líneas es el tema de los refugios. Por un lado tenemos el Refugio Municipal y por otro el Sol de Noche, con quienes tenemos un convenio. Ahí coordinamos muchísimo la población que hay en cada uno y vemos como distribuimos a la gente en cada uno de los centros. En ese contexto, estamos bastante conformes con lo trabajado, aún nos quedan lugares para alojar a más personas, por lo cual estamos satisfechos en cuanto a lo conseguido en relación a los cupos y las necesidades que se han ido planteando», afirma la funcionaria. Y continúa explicando: «La otra línea es la recorrida y entrega de alimentos. Tenemos convenio con los ex combatientes con los que tratamos de sostener la alimentación todos los días, y hay otras organizaciones con las que el municipio colabora en cuestiones muy puntuales. En ese sentido lo que hemos hecho es organizar las recorridas, a fin de no pisarnos entre nosotros y cubrir la mayor cantidad de territorio posible».

Por último, la titular de Desarrollo Social explica que hay una tercera línea, y se trata de la recorrida con los operadores de calle. «Son trabajadores de la secretaría de Desarrollo Social,  que en conjunto con la Guardia Urbana Municipal transitan las calles invitando a la gente a que se acerque a dormir a los refugios y, aquellos que no quieren hacerlo, se les va acercando la frazada semanal».

Consultada sobre si se han registrado casos de muerte de personas en situación de calle a causa del frío, Capilla responde: «No se han registrado en lo que va del año víctimas fatales por las bajas temperaturas y consideramos que eso tiene que ver también con una política de prevención, que es nuestra idea, ofrecer el refugio, la comida, la frazada, en una palabra, la presencia del Estado que es fundamental. Nosotros en estas rondas también trabajamos con personal del Sies, y de hecho, hemos generado algunas internaciones en el Hospital Carrasco cuando se lo consideró necesario».

En cuanto a si se han registrado aumento de personas en situación de calle y de crisis social, Capilla manifiesta que «son dos cosas distintas. El registro de las personas en situación de calle lo vamos construyendo en el marco de estos dispositivos. En cuanto a la cantidad de la gente que sabemos que duermen en la calle o en los refugios, ese número no ha aumentado, en relación al año pasado. Pero sí vemos una situación de crisis social que va en aumento, de mayor cantidad de gente en la calle que tal vez no duermen allí,  pero que  se encuentran en contextos muy precarios».