Por Aldo Battisacco

Una nueva visita a Rosario del ministro de la Producción de Santa Fe, Luis Contigiani, volvió a encender la “luz roja” por la profundización de la crisis en la metalurgia local en la rama denominada «Línea Blanca», específicamente la fabricación de heladeras. Luego de reunirse con empresarios de la industria del frío, el funcionario reveló que sigue la ola importadora y que «están en peligro 13.000 puestos de trabajo».

Conclusión dialogó con el propio Contigiani, quien manifestó su preocupación por la evolución de la realidad del sector porque «no es positiva y al 31 de mayo se registró un ingreso de 42.000 heladeras, es decir que se sumaron 10.000 a las 32.000 ya contabilizadas a fines de abril».

«Con esta cifra, se superó el total de heladeras importadas en 2014 y 2015. La demanda se planchó aún más que el promedio de ventas por la estación del año en la que nos encontramos; del 25% que se había medido hace 30 días hoy se llega casi al 30%», especificó el funcionario.

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Línea de montaje. Fábrica de heladeras Bambi.

En el mismo sentido y para darle más color a la postal de lo que acontece, Contigiani -que visitó industrias de Rosario el jueves y viernes- expresó «que la firma Bambi está evaluando un procedimiento de crisis. El resto de las empresas que aún no lo consideran esperarán hasta agosto, sin embargo Electrolux, Liliana y Gafa ya están con el procedimiento en marcha y se están produciendo suspensión de turnos».

El ministro aseguró que todas las industrias de la “Línea Blanca” están esperando “el mes de agosto para medir la evolución de políticas nacionales, puesto que no perciben mejoras en la demanda y aparece el fantasma de tener que recurrir a la suspensión de turnos», deslizó.

“Lo cierto es que están en juego 5.000 puestos de trabajo en forma directa y 8.000 en forma indirecta, por políticas nacionales que han impactado fuertemente en el sector productivo”, especificó el titular del ministerio de la Producción.

Contigiani señaló que los equipos de su ministerio están estudiando la manera de promover la «defensa de la industria santafesina por medio de medidas que promuevan la compra de electrodomésticos, para lo cual será necesario activar ese impulso mediante incentivos crediticios, tasas subsidiadas, y menor presión impositiva».

En el mismo sentido precisó que “si no se resuelve activar la demanda, aminorar los costos de producción y detener la importación el panorama será más que sombrío porque se esta perjudicando a una cadena industrial intensiva”.

El responsable ministerial de producción profundizó sus sospechas respecto del gobierno nacional cuando dijo “que no se percibe que haya una clara política de regulación sobre las importaciones”, porque “es atendible que en febrero sostuvieran que se liberaron los atrasos de aduana de lo que ingresó al país, pero con 42.000 heladeras al 31 de mayo esto ya es poco creíble”, sentenció.

«En Argentina hay sobrados ejemplos de proteccionismo aplicados por los países centrales al momento de exportar productos de las economías regionales e industrializados. Se nos aplicaron barreras sanitarias, fitosanitarias, y arancelarias para impedir que los productos argentinos accedan a sus mercados», deslizó en un momento de sus declaraciones el ministro.

Finalmente, con énfasis manifestó que lo que hacen desde la gestión nacional “es permitirle a Whirphool, a Coto, a Electrolux y otros que hagan fenomenales negocios a costa del trabajo y de la industria nacional”, concluyó Contigiani.

Del diálogo entre funcionarios provinciales y el sector metalúrgico se desprendieron algunos trascendidos de que se encontrarían estudiando la posibilidad de accionar más drásticamente de cara a la decisión del gobierno nacional que en materia importaciones agrede la manufactura local, para lo cual se establecerían fuertes aranceles a los productos que atraviesen los límites de Santa Fe.

La idea sería instrumentar medidas más duras a los productos que provengan del exterior a precios subsidiados en los países de origen porque atentan contra el empleo local y destruyen la industria.