Un adolescente de 14 años que se hallaba desaparecido desde el pasado viernes, fue encontrado este domingo a la madrugada por la Policía en el barrio porteño de Palermo, herido de un disparo en la cabeza. Su estado es gravísimo.

Por el momento, los investigadores tratan de establecer si el caso fue un intento de suicidio o fue víctima de un intento de secuestro ya que su familia recibió una llamada extorsiva que creen podría provenir desde una zona cercana a una cárcel de la provincia de Buenos Aires..

El menor, identificado como Benjamín, fue encontrado cerca de las dos de la madrugada de este domingo y llevado de urgencia al Hospital Ricardo Gutiérrez, donde fue operado. Su estado es estable pero muy grave. Junto al joven, los policías hallaron su celular y un revólver de calibre 22. Según indicaron voceros ligados a la investigación, el chico recibió el disparo en la sien y no tenía orificio de salida: el menor permanece en estado de coma.

El chico, estudiante de la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas Sofía E. Broquen de Spangenberg, conocida como «Lengüitas», había salido de su domicilio el viernes pasado para asistir al establecimiento, al que nunca llegó.

Por eso, su búsqueda comenzó a difundirse en redes sociales y la familia del chico recibió un llamado extorsivo en el que se le comunicó que estaba secuestrado. En la conversación se les exigió 80 mil pesos como rescate.

Además, en el llamado aparentemente hecho por el chico, una voz entrecortada aseguraba que estaba en un sitio con abundante cantidad de piedras. Efectivos de la DA detectaron la ubicación del menor a través del análisis de la comunicación y detectaron dónde se encontraba.
En el caso tomó intervención la Policía Federal, que realizó un intenso rastrillaje, el cual terminó cuando el joven fue hallado esta madrugada en las inmediaciones del predio del Club de Amigos, a pocos metros de las vías del ferrocarril Belgrano Norte y la Estación Saldías, en el barrio de Palermo.

En cuanto a la llamada extorsiva, se supo que procedió de la zona de Florencio Varela, en un área que incluye una unidad penal, y las sospechas apuntan a que se trató de oportunistas que aprovecharon la publicación del número de teléfono de la familia en las redes sociales, en el marco de los esfuerzos para buscar al chico.