A días del cumpleaños número 60 del Monumento Nacional a la Bandera, el edificio se encuentra en plenas obras de restauración y puesta en valor, que representan la primera intervención integral desde su creación.

En una obra de cooperación conjunta entre el gobierno nacional (inversión del 70%) y el municipal (inversión del 30%), se lleva a cabo desde el pasado 6 de marzo «una tarea titánica, porque el Monumento tiene más de 10.000 m2», apuntó Hernán Colautti, director del máximo símbolo de Rosario, en diálogo con Conclusión.

«Se trata de una intervención importante no sólo por la impermeabilización de toda la fachada sino también por los trabajos que se realizarán en el interior», destacó el representante y luego detalló algunas de las tareas: recuperación de la Cripta de Manuel Belgrano; puesta a punto del espacio donde se compra el boleto para el Mirador; limpieza y pulido del mármol e incorporación de nueva iluminación.

En ese sentido, anticipó a este medio que «desde este miércoles se retira la iluminación ornamental del fuste de la torre, lo que vemos normalmente pintado con los colores de la bandera» y agregó que «por un tiempo importante van a estar apagadas las luces, que será el tiempo que demande el armado de los andamios hasta el final de la torre«.

Asimismo Colautti dijo que «no cambiarán los colores, sí la tecnología, como ser sumar iluminación led, de bajo consumo, para tratar de tener una iluminación sustentable en todos los espacios del Monumento».

Entre otros cambios, remarcó la incorporación de nueva tecnología en la Sala de Banderas, en el Mirador de la Torre, en el ascensor y todo lo que tenga que ver con dispositivos de seguridad para ingreso al Patio Cívico, al Propileo y demás espacios.

«Es una vieja demanda de todos aquellos que quieren visitar el Monumento y sobre todos aquellos con discapacidad motriz que encontraban en este Monumento el ícono de la barrera arquitectónica», expresó para concluir.

La primera etapa demandará 18 meses de trabajo, y contempla el cateo y la inspección de toda la torre. La segunda, implica la intervención directa sobre el edificio.

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