Un profesor y un niño murieron hoy en el atentado cometido por dos atacantes que también fallecieron al inmolarse con explosivos en la Universidad de Maiduguri, la más importante en el noreste de Nigeria, donde además hubo 17 heridos, según informó el vocero de la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias nigeriana, Sani Datti.

Según informaciones oficiales,  uno de los atacantes detonó sus explosivos cerca de una mezquita ubicada dentro del recinto universitario a la hora en la que los fieles concluían las primeras oraciones de la mañana. En tanto, el segundo ataque se produjo cerca de una entrada a la universidad.  

Si bien el atentado todavía no ha sido reivindicado por ningún grupo, los yihadistas nigerianos de Boko Haram suelen atentar en esta ciudad, donde hace una semana murieron tres personas en otros dos atentados suicidas y, en general, tardan en adjudicarse la autoría de los ataques. Aún así, desde la universidad culpan a este grupo.

El ataque a esta casa de altos estudios sería una golpe significativo para Boko Haram, ya que desde que comenzó la insurgencia hace siete años en el estado de Borno, la Universidad de Maiduguri permaneció abierta, dando clases y refugio a más de 25.000 estudiantes.

Algunas versiones periodísticas apuntan a que Boko Haram envió a dos chicas rehenes cargadas de explosivos a la universidad.

A principios de 2015, Boko Haram -que controlaba un área del tamaño de Bélgica- fue expulsado de la mayor parte del territorio por el ejército de Nigeria y tropas de países vecinos.

El mes pasado, el presidente Muhammadu Buhari dijo que los milicianos de Boko Haram habían sido expulsados del bosque de Sambisa, su último bastión en la región. Sin embargo, en las últimas semanas perpetraron varios ataques en el noreste de Nigeria.