La joven Nahir Galarza aseguró al confesar el crimen de su novio Fernando Pastorizzo que «actuó sola» y demostró que sabe manejar el arma homicida, de acuerdo con lo informado por fuentes judiciales a medios enterrianos.

«Al hecho lo cometí yo sola. Cuando salimos de la casa, la que le disparó fui yo. Lo hice con el arma de mi papá que estaba arriba de la heladera, donde la pone siempre. Los dos disparos los hice con esa arma», expresó la joven de 19 años ante el fiscal Sergio Rondoni Caffa, que investiga el asesinato cometido el 29 de diciembre pasado en la ciudad de Gualeguaychú.

Galarza contó que luego de cometer el asesinato dio una vuelta manzana para luego regresar el arma de su padre, que se desempeña en la Policía provincial, al lugar en el que se encontraba originalmente.

En la declaración, la joven indicó que el llamado y el mensaje de texto que le envió a su novio media hora después del crimen lo emitió porque «quiso». La joven, en un tramo de su declaración difundida por el diario El Día de Gualeguaychú, sostuvo que ella sabe manejar el arma homicida.

«Le sacó el seguro, luego se agarra arriba, se tira para atrás y se suelta, y con eso está lista el arma», expresó. Por otro lado se supo que en las pericias médicas realizadas en la joven no se hallaron signos de haber recibido golpes y sólo se detectó un raspón en una de sus piernas compatible con actividad deportiva, o por rascarse.

Nahir Galarza permanece detenida por «homicidio doblemente agravado por el vínculo y por el uso de arma de fuego». De acuerdo con la investigación realizada, a las 5:00 de la madrugada del 29 de diciembre, la joven mató de dos disparos a su novio, de 20 años, después que la llevara en moto a su casa.

La defensa de Nahir intenta determinar que el crimen se produjo en el marco de un hecho de violencia de género contra la chica.

La joven estudiante de abogacía sostiene: “El hecho lo cometí yo sola. Cuando salimos de la casa en la moto yo iba atrás; la que le disparé fui yo. Lo hice con el arma de mi papá que estaba arriba de la heladera, donde la pone siempre. Los dos disparos los hice con esa arma. Di una vuelta a la manzana y volví caminando a mi casa. Dejé el arma en su lugar sin que mi papá se diera cuenta”.

Cuando le preguntan por los llamados realizados luego del asesinato responde que los hizo porque quiso y aclara: “Mi familia no tiene nada que ver. Ni mi madre, ni mi padre, doy yo la responsable del homicidio”.