Por Alejandro Maidana

Todo camino se inicia con un primer paso, y ese fue el que dio Elda Pedraza en 2010. La situación económica acuciante del barrio ameritaba una transformación de la realidad, y así fue como la acción social se puso en marcha.

5Se organizaron mujeres para comenzar con ferias americanas en la Plaza Santa Isabel de Hungría, para luego continuarlas en el distrito Sudoeste. Con el paso de los días más y más mujeres junto a sus hijos se iban plegando a esta cruzada.

El trabajo autónomo en las barriadas populosas tiene un común denominador, la imperiosa necesidad de encontrar un lugar de contención para niños y adolescentes.

La biblio móvil como la denominaron en su momento, consistía en cajoncitos de madera que contenían en su vientre libros, enciclopedias, cuentos, una dosis de cultura por demás de necesaria que captaba el interés de los más pequeños.

Viendo que la demanda aumentaba, la idea de tener un sitio fijo para abrazar esta movida paso a ser tema primordial. Primeramente fue la casa de Elda la que abrió sus puertas para darle paso a una actividad tan fantástica como comprometida.

Carolina Herrera es una de las colaboradoras, y en diálogo con Conclusión profundiza sobre las tareas del lugar.

4“Nuestros niños, aquellos que iniciaron el camino junto a nosotras, hoy son adolescentes que siguen frecuentando el lugar para tender una mano o para solicitar apoyo escolar. Esto lo comenzamos con 15 chicos, hoy el número es mayor si bien fluctúa bastante. “

Este lugar de encuentro tiene su base en Iriondo 4249, pero antes supo ubicarse en el subsuelo de la Casa de la Cultura, espacio de la Municipalidad de Rosario.

“Invitados por la Casa de la Cultura estuvimos en ese lugar solo un tiempito. Producto de la apertura de una importante biblioteca arriba nuestro, creímos que nuestra actividad en el lugar había cumplido su ciclo. Hoy estamos acá, en esta humilde casa que alquilamos con mucho esfuerzo y que a través de donaciones se fue convirtiendo en la biblioteca que soñamos” enfatizaba Carolina.

El momento económico que atraviesa el país empujo a que la “Biblio” dos veces a la semana se transforme en merendero. Pero es ahí donde se choca con una realidad insoslayable, cuando los padres fueron invitados a colaborar con esta movida, solo 7 de los 35 chicos que participan cotidianamente dijeron presentes. Se trabaja para empoderar a los padres, un tarea tan dura como la de llenar de ilusiones el futuro de nuestros pibes.

La comunidad paraguaya

A solo 4 cuadras de donde  construyen “Las mujeres de la Plaza”,  se encuentra un importante asentamiento que contiene en su mayoría ciudadanos paraguayos. En referencia a esto la activista social nos comentaba “ Este asentamiento lleva en el barrio 3 años, en mayo padecieron un intento de desalojo y desde ese momento utilizan nuestro espacio para reunirse y organizarce. Por suerte se pudo lograr un entendimiento con el privado y los lotes que contienen a 26 familias serán abonados en cuotas “.3

La mayoría de los chicos de esa comunidad participan activamente de los talleres y la ayuda escolar que brinda este maravilloso lugar.

La “Biblio” como se la conoce, abre sus puertas los siete días de la semana en ele horario de 14 a 18. El hecho de que permanezca cerrada por la mañana, esta estrechamente ligado a que aquellas que llevan adelante esta noble tarea tienen que cumplir son sus trabajos.

Los días martes y jueves funciona el merendero con aportes voluntarios de todos aquellos que ven en este lugar una brisa de aire puro ante  tanta contaminación.

Ando Creando es un grupo de talleres que en 9 encuentros desembarcará para recorrer diversas actividades los días sábados.

Las Mujeres de la Plaza, un grupo de 6 luchadoras que buscan consolidar el sueño de aquellos niños que el sistema deja en el camino.