Por Pablo Martínez

La deportista Mirta Arce es asidua participante de las competencias de triatlón en diversos lugares del mundo, demostrando su fortaleza física y anímica en cada desafío.

Conclusión di alogó con la representante rosarina del deporte y contó sus inicios: “En 2003, después de un tiempo que había dejado de competir en vela, quería empezar a correr en bicicleta y me contacté con un conocido del gimnasio que lo veía siempre con bici. Él me dijo que corría triatlón, pero el tema era que yo no sabía nadar, curiosamente hacía unos años había ido a aprender y el profesor después de un mes, me dijo que en mi vida iba a aprender y jamás había hecho running”.

Mirta Arce fue avanzando en detalles para explicar un debut muy particular en el deporte: “Entonces fui a ver una carrera a Villa María y me encantó, empecé a buscar carreras de duatlón (sin natación), pero como venía el verano no había, eran solo triatlón. Entonces busqué una de corta distancia y encontré el que se corría en La Paz y había uno que era de 350 de nado, 10 kilómetros de bici y 2,5 kilómetros corriendo, a todo esto estábamos a fin de diciembre, así que me decidí y fue mi primera salida a correr y casi me muero. El 2 de enero empecé a aprender a nadar, obviamente todo el entrenamiento era como a mí me parecía, o sea sin ningún tipo de elaboración previa y el 15 a la nochecita, me entregaron la bici de carrera con pedales con traba, el 16 al mediodía salí para La Paz”.

“En esa primera carrera hice la planchita por no saber nadar, pues se nadaba en el Paraná, por lo tanto la corriente me llevaba y corrí con el casco al revés, porque no tenía mucha práctica para ponérmelo y asimismo, quedé tercera de un total de 17, es indescriptible la felicidad que sentí cuando subí al podio y me entregaron el trofeo”, expresó Arce.

A partir de ese momento, Tati, como se la conoce, fue sumando logros tras logros: primer y tercer puesto en el Circuito Entrerriano de triatlón (2004-2005 y 2005-2006), subcampeona santafesina de duatlón (2007), corrió el Mundial de 70.3 (2010) en Clearwater, campeona argentina de larga distancia categoría F (2011), participó en el Ironman de Florianópolis (2008, 2009, 2010, 2011 y 2012) y Ironman Cozumel (2011 y 2012).

A la hora de encontrar los puntos fundamentales del desafío que combina varios deportes, afirmó: “Yo creo que la clave para el triatlón depende de la distancia que se quiera correr, en la corta distancia es muy importante la preparación física y la cabeza pasa a un segundo plano, pero para la larga distancia, si bien es necesario buen entrenamiento, la cabeza es importantísima”.

En cuanto a la r utina física para semejante desgaste corporal, la rosarina dijo: “Yo entrenaba todos los días, incluso los domingos hacía los entrenamientos más largos, cuando empecé a correr larga distancia entrenaba un promedio de tres horas y media diarias, cuatro o cinco días a la semana entrenaba doble turno, dormía como mínimo siete horas diarias, y tenía una dieta apropiada».

Tati Arce puntualizó cuál es el deporte que más la complica a la hora de enfrentar un triatlón: “De las tres disciplinas, la que me cuesta más –pues me cuesta muchísimo bajar los tiempos– es natación, y en el ciclismo es donde me siento más cómoda”.

De cara al futuro, Tati Arce contó: “Por ahora estoy bien, entrenando, no tengo ninguna carrera en vista, pues por trabajo me falta tiempo como para entrenar de la forma que yo quiero. Pero estoy pensando en retomar en el verano, probablemente arranque con el Half de Rosario”.

En definitiva, Mirta Arce demostró con su interesante historia deportiva en el triatlón que nada es imposible, que con coraje y valentía se pueden alcanzar proezas impensadas.