Un millar de personas serán evacuadas debido a una nube tóxica provocada por un incendio en un gigantesco vertedero ilegal de neumáticos a unos 50 km de Madrid, el mayor de España según la prensa, señalaron las autoridades.

El fuego «ha producido una nube tóxica que podría afectar a una parte de la población de la localidad toledana de Seseña», de 20.000 habitantes, advirtió el gobierno regional de Castilla-La Mancha (centro) en un comunicado.

Desde primera hora de la mañana, las autoridades pidieron a los vecinos cerrar puertas y ventanas pero a media tarde ordenaron la evacuación de una de las urbanizaciones del pueblo, El Quiñón, «en previsión de que esta noche pueda llegar la nube de humo», informó a la AFP un portavoz del servicio de emergencias.

«El 80% de los vecinos de la urbanización ya se ha trasladado, se va a evacuar al 20% restante, unas mil personas que se van a trasladar a polideportivos» de la zona, dijo.

El vertedero se encuentra entre las localidades de Seseña y Valdemoro, ya en la región de Madrid.

El incendio se declaró alrededor de la 01H20 (23H20 GMT) de la madrugada y hacia última hora de la mañana ya había quemado tres cuartas partes de los miles de neumáticos allí depositados, según la cuenta de Twitter de los bomberos de la región de Madrid.

El presidente regional de Castilla-La Mancha, Emiliano García- Page, afirmó que el incendio «puede durar varios días».

Las autoridades movilizaron a los bomberos de Madrid y de Toledo y enviaron tres helicópteros. Se esperaba también la llegada de dos hidroaviones.

Aunque el fuego adquirió virulencia por el aumento de las temperaturas, a primera hora de la tarde ya estaba «confinado en unas zonas», explicó el responsable de los bomberos de Madrid, Luis Villarroel, en un vídeo colgado en Twitter.

«Todo parece indicar que este desastre ha sido intencionado», declaró el alcalde de Seseña Carlos Velázquez a la radio Cadena Ser, señalando que las fuertes lluvias caídas en los últimos días hacían difícil un prendimiento accidental.

El vertedero apareció en los años 1990 y no ha dejado de crecer desde entonces. En 2003 fue declarado ilegal pero no se encontró ninguna solución para desprenderse de los neumáticos amontonados en casi 10 hectáreas, la superficie de 14 campos de fútbol, hasta una altura de tres metros.