El gobierno mexicano implementa un «plan piloto» para la «reeducación» de agresores de mujeres en el que participan 800 hombres en un esfuerzo por cambiar la mentalidad de quienes ejercen la violencia de género en un país donde se cometen siete femicidios al día y que tiene a la tercera parte de sus estados bajo «alerta» por esta problemática.

El programa inicialmente comenzó en el estado de Guanajuato pero se espera llegue pronto a Jalisco e Hidalgo y si resulta exitoso, pronto podría ser implantado en todo el país.

El «tratamiento» consta de 16 sesiones y es impartido por personal capacitado por el ministerio de Salud, la comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) y organizaciones especializadas.

La estrategia parte de la idea de que los agresores «deben ser parte de la solución» y se puede «desdibujar» su personalidad agresiva para cambiarla por una totalmente opuesta.

Los 800 primeros participantes en el programa piloto ejercieron la «violencia de género» y reúnen el perfil para aplicarles el plan, declaró Alejandra Negrete, titular del Conavim.

«Implica diferentes sesiones de trabajo, de hombres para hombres. Es un trabajo como el que se hace en los Centros de Justicia para Mujeres», donde se orienta y ayuda a personas que han sido víctimas de la violencia, señaló.

La meta del programa es que «podamos generar un cambio en la sociedad», afirmó la funcionaria, quien argumentó en contra de resolver el tema de la violencia contra las mujeres sólo desde el punto de vista punitivo.

«De nada sirve tener a todos los agresores en la cárcel si no cambiamos en la sociedad la forma de vivirlo, de pensarlo, de adquirir nuevas masculinidades, de eliminar esos estereotipos de género con los que vivimos todos», indicó.

Negrete consideró que se tiene que «hacer un trabajo con las personas agresoras y generadoras de violencia» por lo que durante las sesiones se exploran «las causas y detonantes que generaron» sus acciones.