La confianza de los consumidores argentinos en la economía y en su situación personal mejoró un 0,7 por ciento este mes respecto de febrero pasado, pero sigue muy por debajo de los registros del año pasado.

Si bien el indicador general mostró un alza en marzo respecto de febrero, el desagregado detalla que mientras los sectores más ricos de la población ven una mejora, para los más pobres la confianza se desmorona.

El Índice de Confianza de los Consumidores (ICC) se ubicó en marzo un 15 por ciento por debajo del mismo mes del año pasado, según el Centro de Investigación en Finanzas que elabora la Universidad Torcuato Di Tella.

El relevamiento arrojó que la confianza de los consumidores consultados en su situación personal para el corto y mediano plazo  mejoró 2,2 por ciento mensual, mientras que la visión sobre la macroeconomía avanzó un 0,4 por ciento. 

Los consumidores consultados analizan que desmejoraron las posibilidades para acceder a bienes durables como autos o una vivienda propia, dado que ese subíndice retrocedió 1,8 por ciento este mes.

La percepción sobre la economía viene mejorando con fuerza en la Capital Federal y las capitales y grandes ciudades de provincias, pero muestra una retracción en el Conurbano bonaerense, donde hay grandes zonas carenciadas.

La UTDT precisó que, según la distribución territorial, la confianza de los consumidores aumentó 4,7% respecto de febrero en la Capital Federal y 4,1% en el interior del país, mientras cayó 2,9% en el Gran Buenos Aires.

Juan José Cruces, director del Centro de Investigación en Finanzas de la UTDT, precisó además que la percepción en la población mejora para los sectores más ricos, pero empeora para los más pobres.

En la distribución por nivel de ingresos, la confianza de los consumidores cayó 4,4% para el sector de los encuestados con menores ingresos y aumentó 9,1% para el sector de los encuestados con mayores ingresos, siempre respecto al mes anterior.