Florencia y Máximo Kirchner denunciaron hoy, al declarar como imputados en la causa «Los Sauces», sufrir una «persecución política judicial» y negaron que hayan cometido delito en el alquiler de viviendas de la firma en la que cada uno tiene el 50 por ciento de las acciones.

Así lo hicieron en sendos escritos que los hijos de la ex presidenta Cristina Kirchner, citada para mañana, presentaron ante el juez federal Claudio Bonadio sin contestar preguntas.

Florencia Kirchner llegó poco antes de las 9 y sin formular declaraciones al ingreso ni a la salida, dejó un escrito similar al que minutos más tarde acompañó su hermano.

«La única y verdadera causa por la que se me llama a prestar declaración indagatoria es por ser la hija de Néstor y Cristina», dijo Florencia Kirchner.

En el escrito y en reiteradas ocasiones, la hija de Cristina Kirchner se quejó que su salario de 50.000 pesos mensuales está embargado por decisión de la Justicia en la causa Hotesur, en la cual ella al igual que su madre son investigadas por el alquiler de los hoteles de la familia.

«Se me acusa de haber integrado una asociación ilícita que habría comenzado a desarrollar sus designios criminales desde el mes de mayo de 2003, o sea cuando sólo tenía doce años», dijo Florencia, quien aclaró que fue en 2006 cuando se constituyó la sociedad y ella tenía 16 años.

«Me veo obligada a aclarar que en ningún momento de mi vida integré una asociación criminal ni tampoco participé en maniobras de lavado de activos de origen ilícito», añadió.

«Mi relación con Los Sauces SA se inicia como consecuencia del episodio más triste de mi vida» dijo en referencia a la muerte de su padre Néstor Kirchner, ocurrida en 2010.

Máximo Kirchner presentó también con el patrocinio del abogado Beraldi un escrito similar en el que acusó de ser víctima de una «persecución política y judicial» así como un «hostigamiento mediático».

Según dijo, la causa tiene la intención de «perseguir a los dirigentes políticos opositores, para proscribirlos y con el evidente objetivo de ocultar los graves problemas económicos y sociales que el mismo Gobierno le ha causado a vastos sectores de la sociedad».

«Resulta evidente que están decididos a proscribir a la expresidenta de la Nación», agregó.

También remarcó que todos los alquileres fueron cobrados por transferencia bancaria, y que es una empresa de carácter «familiar».

La concurrencia de los hijos de la ex presidenta fue en medio de un fuerte operativo de seguridad que incluyó 400 gendarmes y casi 200 integrantes de Policía Federal, que estuvieron custodiando el exterior así como el interior de Comodoro Py.

En ese sentido, la mitad del cuarto piso de los tribunales, donde Bonadio tiene su despacho, estuvo bloqueado al acceso y la cara principal del edificio estuvo vallada, por eso Máximo y Florencia hicieron su ingreso por la puerta lateral donde fueron recibidos por un grupo de militantes y los dirigentes del kirchnerismo más duro.

Máximo y Florencia Kirchner fueron seguidos muy de cerca por el ex titular de la Agencia Federal de Inteligencia Oscar Parrilli y el ex secretario de Presidencia Eduardo «Wado» De Pedro; en tanto que a las puertas de los tribunales también se hizo presente otros dirigentes del Frente para la Victoria como ser Sergio Berni, Edgardo Depetri, Martín Sabbatella, y Héctor Recalde.