Por Gisela Gentile

Cada vez son más las personas que recurren a la medicina no tradicional. En este sentido la propuesta es muy amplia, existiendo terapias alternativas como las holísticas, energéticas, mente-cuerpo, manipulación corporal, biológicas entre otras.

Dentro de este abanico de posibilidades existen algunas que están avaladas por la OMS (Organización Mundial de la Salud), una de ellas es la terapia floral. La misma tiene como máximo exponente a su creador, el muy reconocido y prestigioso doctor Edward Bach.

Tanto es el avance de las mismas, que cada vez son más reconocidas y valoradas por los profesionales médicos, ya que en  muchas oportunidades son recomendadas como complemento a otros tratamientos. Si bien existen muchos terapistas que trabajan desde hace años en la ciudad, desde marzo desembarcó en la UNR (Universidad Nacional de Rosario)un curso de posgrado sobre esencias florales y el ciudado de la salud.

En este marco, en donde la facultad pública reconoce esta terapia como benefactora para la salud, Conclusión dialogó con las terapeutas holíticas Alicia Magrini y Mariel Edit Costa.

“Está muy bien la iniciativa si realmente existe una apertura de la medicina tradicional. Puesto que lo que el doctor Bach buscaba cuando desarrolló este sistema es que el médico pueda ver más allá de la enfermedad”, enfatizó Costa.

“Cuando la medicina se estanca allí, la persona es un dolor en la rodilla, un cáncer, un síndrome, etc. En su investigación el doctor Bach observa y advierte que personas con la misma enfermedad reaccionaban de manera distinta con el mismo tratamiento. Algunas se curaban más rápido, otras más lento y algunas no lograban hacerlo. Es allí que observa que las diferencias no estaban en la enfermedad, sino en las personas”, agregó Alicia Magrini.

En cuanto a la regulación de esta práctica, Costa dijo: “No hay una ley que regule la actividad de los terapeutas florales, no existe un colegio que nos agrupe, lamentablemente no contamos con ese marco legal. Personalmente estamos muy lejos de legislar. Considerando que todo lo que implica terapia alternativa no va conjuntamente con los intereses económicos de la medicina o de las grandes empresas farmacéuticas”.

Muchas veces sucede que ante el auge de estos tratamientos se cae en manos equivocadas. “Aquellos que quieran formarse deben averiguar quién dicta la misma, su experiencia, trayectoria, ya que existen algunos casos de personas que leen un librito y dan un curso. Esto realmente es perjudicial ya que es un trabajo personal el que realizamos, Bach habla de un camino de individuación, autoconocimiento, de tomar conciencia. Nosotras vamos aprendiendo vivencialmente el camino que vamos a trasmitirle a la gente que se quiere formarse en esto”, sostuvo Magrini.

Hace muchos años que rosario cuenta con terapeutas florales  muy bien capacitadas para brindar sus conocimientos a quienes lo requieran. “Si ampliamos  el panorama de la medicina alopática con este nuevo curso que dictará la UNR, bienvenido sea”.

“En la argentina tenemos nuestro propio Bach, Pedro Crea, que falleció hace muy pocos años, siendo muy joven. Él realizó un trabajo de investigación muy profundo tomando como base dos grandes vertientes del doctor inglés. Por un lado el científico, relacionado a la creación de las esencias  logrando otro tipo de elaboración de un remedio. Y por otro la pata filosófica, ya que plantea otra forma de ver, más allá de la enfermedad, observando a las personas de una manera integral, cuerpo, mente y alma”, concluyó Mariel Edit Costa.

Los conceptos del doctor Bach

Movido por su afán de difundir el nuevo sistema curativo, luego de publicar sus trabajos el Dr. Bach realizó una gira de conferencias. Primera conferencia, año 1936:

“…pero podemos asegurar que cientos y miles de pacientes han recibido ayuda cuando ya consideraban que era imposible y se encontraban más allá de cualquier esperanza de mejoría. Los puntos más importantes del tratamiento con estas hierbas son:

Que todos los remedios están preparados a partir de hermosas plantas y árboles de la Naturaleza y que ninguno de ellos puede resultar nocivo ni causar daño alguno.

Que el método puede comprenderse sin ningún tipo de conocimientos médicos, y resulta tan sencillo, que puede utilizarse en el seno del hogar.

Gente que tiene en mayor o menor grado, el deseo de ayudar a otros en sus desgracias; gente que quiere aliviar el sufrimiento y curar la enfermedad, pero por determinadas circunstancias no han podido convertirse en médicos o enfermeras, y que sienten que no están cumpliendo adecuadamente con sus anhelos y vocación.”