Como la marea de jóvenes que se acercaron a la Expo Empleo Joven en la Rural con la ilusión de conseguir un trabajo y la multitud que en Plaza de Mayo aprovechó los dos “verdurazos” de los productores frutihortícolas para hacerse de frutas y verduras gratis, ayer el descuento del 50 por ciento en los supermercados para clientes del Banco Provincia visibilizó la profundidad de la crisis económica. La oferta de la entidad financiera generó un movimiento absolutamente desproporcionado en relación al caudal normal de consumo en las cadenas, con filas de varias cuadras desde la madrugada hasta la noche en distintos locales de la provincia, superficies comerciales repletas de consumidores y changuitos que desbordaron. “Estamos en el horno: los que están adentro del descuento del Banco Provincia van a sobrevivir y los que no, cierran todos. Es la horca o la guillotina”, advierten los supermercados medianos y chicos (ver aparte).

Varias cuadras de cola en un día frío y lluvioso dibujaron el paisaje fabril de las inmediaciones del supermercado mayorista Nini, en La Plata. Los medios locales calcularon que fueron hasta ocho cuadras esperando para hacer las compras con el descuento del 50 por ciento con tarjetas de crédito y débito del Banco Provincia (con un tope de reintegro de 1500 pesos).

También en La Plata, a las 5.50 una sucursal de Walmart mostraba una larga fila a la espera de la apertura del local, mientras que los portales de noticias de Mar del Plata relatan el “caos” que se vivió en los supermercados Toledo. En la ciudad costera se registraron también largas filas fuera de la sucursal del supermercado Coral, mientras que en el Chango Mas de Pergamino había a las seis de la mañana una fila de más de 300 personas.

El epicentro de la desesperación por aprovechar el beneficio se dio en La Plata porque allí se concentra la mayor cantidad de empleados públicos que cobran a través del Banco Provincia y que por lo tanto pueden acceder al descuento con sus tarjetas. Una cadena de supermercados multinacional describió a este diario que las sucursales abrieron dos horas antes de lo usual para absorber el mayor número de consumidores. Los primeros números son los siguientes: en buena parte de los supermercados bonaerenses, el miércoles del mes pasado cuando comenzó la promoción se registraron ventas diez veces más altas que un día común. Ayer se duplicó esa marca. Es decir que las ventas con el descuento fueron veinte veces superiores al promedio en cantidades. También sobresalieron las ventas con descuento en Avellaneda, Olivos, Bahía Blanca, Tandil, Junín y Pahuajó.

Los descuentos se ofrecen el segundo miércoles de cada mes (la primera experiencia fue en junio) en los supermercados Coto, Disco, Walmart, Jumbo, Vea, La Anónima, Toledo, Coral, Día, Chango Mas, Cooperativa Obrera, Nini, La Providencia y Planeta, entre otros. Las cadenas nacionales participan a través de sus sucursales en la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires, mientras que los supermercados regionales, en su área de influencia. Los descuentos tienen un tope de reintegro de 1500 pesos y no incluyen electrónica y electrodomésticos ni carne vacuna en Coto.

“Hubo en general un fuerte aumento del caudal de clientes en todas las sucursales. La promoción fue un éxito. La gente estaba esperando para comprar y pudo aprovechar el descuento”, dijeron desde el Banco Provincia. El acuerdo con los supermercados parte de la base de que la mitad del descuento es aportado por el banco y la otra mitad, por el comercio, aunque esa distribución se puede modificar en el curso de la negociación puntual.

El desborde de consumo para aprovechar el descuento del 50 por ciento está en la misma tesitura que la marea de jóvenes que se acercaron a la exposición que el Gobierno organizó en La Rural, ilusionados con la posibilidad de conseguir alguna oportunidad de trabajo que las búsquedas usuales no ofrecen. También se puede vincular a la convocatoria masiva que lograron los dos verdurazos en Plaza de Mayo para visibilizar su difícil situación económica.

EL GRITO EN EL CIELO

Los supermercados medianos y chicos agrupados en la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) pusieron el grito en el cielo ante la política de descuento del 50 por ciento del Banco Provincia que se concentra mayormente en las grandes cadenas. “Estamos en el horno. Los que pueden adoptar las promociones del 50 por ciento son las grandes cadenas porque el banco exige que casi la mitad del descuento sea absorbido por el comercio. Entonces los supermercados chicos nos quedamos mirando cómo no se vende ni una lata de tomates y las grandes se llevan las ventas no solo del día sino de todo el mes. ¿Cómo sobrevive el comercio de La Plata que está cerca del mayorista en donde hubo ocho cuadras de cola? Esto nos afecta muchísimo”, dijo a PáginaI12 Fernando Aguirre, vocero de la CAS. Desde el Banco Provincia aseguran que la idea es “ir federalizando el programa” y que la intención es sumar bocas de expendio. “Este mes incorporamos comercios, vamos a seguir haciéndolo”, dicen. Sin embargo, la proporción del descuento que deben financiar los comercios (casi la mitad del 50 por ciento) no se modificaría. “En una de esas esta medida se termina con las elecciones. Pero si sigue, es el cierre. Los supermercados que se quedan afuera del descuento no venden absolutamente nada. Es elegir entre la horca o la silla eléctrica, hay mucha preocupación”, agregó Aguirre. Las entidades que representan a estos supermercados junto a los autoservicios y almacenes evalúan presentar un recurso de amparo para frenar la medida.