Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires
La muerte de Diego Armando Maradona impactó con distinta intensidad a varias generaciones, desde los que lo vieron campeón con el juvenil en China, hasta los que se conformaron con su carrera de director técnico con algunos equipos nacionales y del exterior.
En síntesis, la viejas glorias se sienten hoy atravesadas por el dolor en algunos casos y otros el desconsuelo y el llanto. Tampoco quedaron al margen los que lo odiaron con profunda vehemencia y se despacharon con todo tipo de agravios hacia el histórico 10 de la selección nacional.
En diálogo con Conclusión, el sociólogo Pablo Roma, expresó que Diego Maradona «fue una referencia de vida en muchos aspectos, y en lo futbolístico centralmente, pero también expresa todas esas contradicciones en las que nos podemos ver y representar».
Para Roma, las expresiones sociales en el velorio de Maradona, traducen «un sentimiento de tristeza y dolor popular muy fuerte, muy pocas figuras han logrado generar ese sentimiento tan arraigado», y agregó que «hubo muchas frases sobre esto, pero en estas contradicciones se expresa, y cada uno encuentra su Maradona y su representación».
«Tuvimos muchas alegrías como en el 86, pero también ese sentimiento se compartió en familia, la alegría de mi padre, mi tío, todo esto conforma también parte de una subjetividad y una representación que se pudo vivir en carne propia, como la derrota de 1994, pero todo esto acompañado de grandes ilusiones», señaló.
El analista manifestó que «el dolor popular que se siente tan profundamente veo que está marcado por estos vaivenes, de allí su complejidad, como la ilusión el dolor la frustración marcaron a fuego su vida, Y como dice Roberto Fontanarrosa, también marcó la vida de todos nosotros».
Para Roma, Maradona era una persona «con mucha sensibilidad, que se expresó en lo social, en lo personal, y en lo político, como lo marcan cientos de anécdotas, pero también está la persona, que como lo definió el mismo Maradona, de haber llegado a la cima del mundo y estaba solo».
«El tema Malvinas, también fue un catalizador que logró transformar esas frustraciones en una alegría inmensa en el gol más importante del siglo» contra los ingleses, con una plasticidad que tienen muy pocas personas en el mundo.
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