Alrededor de las 22, hora francesa, arribó a la plaza del Lovre, en el corazón de París, donde se dirigió a sus seguidores que lo esperaban para celebrar la victoria en el ballotage. Ingresó al lugar bajo los acordes de la Novena Sinfonía de Beethoven, la Oda a la alegría, que es también el himno europeo. Todo un símbolo de su abrazo a la UE.

«Esta noche Francia ha ganado», dijo el nuevo presidente de ese país en sus primeras palabras en la plaza del Lovre, donde sus seguidores se agolparon para el festejo. «Quien dijo que ‘no se puede’ no conoce a Francia», exclamó ante una multitud rugiente.

En un primer mensaje, difundido por los medios, había prometido que luchará «contra todas las formas de desigualdad», y que terminará con «divisiones que llevaron a algunos a optar por un voto extremista», en referencia a su rival, la líder de la ultraderecha, Marine Le Pen . Y aseguró que defiende a Europa, «el destino común que ostentan nuestros pueblos».

«Recostruiré el vínculo entre Europa y los pueblos que la componen, entre Europa y sus ciudadanos», prometió en marcado mensaje integracionista.

Marine Le Pen, la candidata del ultraderechista Frente Nacional (FN) a la presidencia francesa, reconoció su derrota en la segunda vuelta de los comicios celebrados hoy y llamó a su contrincante para felicitarlo.

Le Pen calificó su resultado de «histórico y masivo». De esta manera los franceses convirtieron «la alianza patriótica y republicana en la primera fuerza de la oposición al programa del nuevo presidente», añadió.

Bajo ese nombre, la política del FN cerró su alianza con el euroescéptico Nicolas Dupont-Aignan, que quedó fuera en la primera ronda.