Los esfuerzos desesperados del imperio británico para romper todo tipo de relación funcional entre Rusia y Estados Unidos durante los últimos años, tuvo un severo revés a manos del secretario de Estado, John Kerry, en sus recientes reuniones en Moscú.

Luego de varias horas de reuniones (cuatro horas entre Kerry y el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, y otras cuatro horas entre los dos y el presidente de Rusia Vladimir Putin) todos los participantes coincidieron en que estas conversaciones, que abarcaron toda la gama de asuntos bilaterales y globales, habían sido productivas, avanzaron en la relación y se van a profundizar.

Hallar soluciones

Lavrov anunció en su rueda de prensa conjunta con Kerry, al concluir las reuniones, que habían acordado “organizar una revisión periódica de nuestras relaciones, a fin de encontrar soluciones mutuamente aceptables sobre una cantidad de temas. Se necesita un enfoque similar en nuestra cooperación en asuntos internacionales”, agregó, “porque la atmosfera del diálogo ruso-estadounidense tiene una influencia directa en los esfuerzos de la comunidad internacional para resolver muchos asuntos”. Rusia, señaló significativamente, no está aislada.

“Este es el camino”

Por su parte, Kerry señaló que “todos sabemos que han habido algunas diferencias entre Estados Unidos y Rusia en estos últimos años”, pero agregó que por lo tanto, “son precisamente conversaciones como las que hemos tenido las que conducen a un mejor conjunto de resultados. Y ya sea esto inmediato o eventual, este es el camino en que trabajamos para abordar los temas más apremiantes que enfrenta el mundo hoy. Yo creo que Sergey Lavrov y yo compartimos la creencia de que siempre vale la pena el esfuerzo de tratar de ser capaces de hacer avances en los frentes difíciles. Así que en ese espíritu yo espero firmemente continuar nuestro trabajo conjunto en las semanas y meses venideros”, dijo por último el secretario de estado de EE.UU.