En un nuevo aniversario de la peor tragedia que vivió la ciudad, el dolor no cesa y continúa el pedido de justicia que aún no llega a pesar de cumplirse tres años de la explosión del edificio de Salta 2141, aquel 6 de agosto de 2013 a las 9.38 cuando todo se convirtió en un infierno.

Hoy al cumplirse 3 años de la peor tragedia, se realizó un nuevo acto en homenaje a las víctimas y para renovar el pedido de justicia. A las 9.38, como todos los años, sonaron las sirenas de las autobombas en el momento exacto que se produjo la explosión.

Cada año se renueva el pedido de justicia y los familiares insisten en la expropiación del predio para poder trabajar en un lugar donde poder recuperar los sueños perdidos y preservar la vida. El proyecto se encuentra en la Cámara de Diputados y reclama que el espacio sea destinado a todos los rosarinos que quieran apostar por una ciudad mejor.

En el acto estuvieron presentes, Gustavo Vera, de La Alameda, familiares de la tragedia de Once, donde murieron 51 personas, familiares de la tragedia de Cromañon donde perdieron la vida 194 jóvenes y familiares de víctimas de la inseguridad, entre otros.

Acompañaron el homenaje, Bomberos Voluntarios, rescatistas y distintas organizaciones que colaboraron en los momentos más críticos. Luego de las intervenciones de los familiares, monseñor Eduardo Martín ofició una misa, en memoria de las 22 víctimas.

La intendenta Mónica Fein también estuvo presente acompañando a los familiares en este nuevo acto y expresó, «no vamos a solucionar el dolor, pero sí si tenemos que trabajar en la justicia para que ese dolor no sea tan fuerte».

Además destacó que «es positivo que Enargas recibió por primera vez a los familiares. Un pedido sencillo que sostenían y fue negado durante tanto tiempo. Dialogar, poder expresar su dolor y espero que la participación de un nuevo interventor plantee mas información y una actitud más abierta o más dispuesta con la justicia y espero que la justicia realmente avancé más rápido», concluyó la intendenta.

En diálogo con Conclusión, Claudia Vaio, mamá de Santiago Laguía, una de las 22 víctimas expresó que «esto nos representa mucho dolor, un recuerdo muy feo, la justicia no nos ayuda , las autoridades de Litoral Gas no tienen sangre en las venas. La gente ya los condenó, aunque ellos no lo quieran admitir tienen 22 muertos en sus vida, van a vivir por siempre así, queremos que la justicia no sea lenta, los abogados de Litoral Gas no tienen dignidad, esto así no puede quedar.Tenemos mucho dolor, pero vamos a seguir».

La emoción, la tristeza y la impotencia se apoderaron del predio de Salta 2141, Eleonora López brindó un sentido discurso en el que resaltó que esto  «es un homenaje a aquellos que pagaron con la vida, la negligencia, impericia, la irresponsabilidad, la corrupción y el egoísmo. Hoy tenemos el deseo de que sus almas descansen en paz sus luces sigan guiando nuestros caminos y que en ese camino tengamos la fuerza necesaria para lograr la justicia y paz que tanto necesitamos. Porque no hay paz sin justicia y no hay vida sin paz. Hoy también queremos traer el recuerdo vivo a la memoria de todos nosotros sus voces, sus colores, sus sueños, sus proyectos, sus placeres, sus sentires y con todo esto decirle que los honramos, que honramos sus vidas, que los extrañamos y los amamos mucho», finalizó y luego nombraron a cada una de las víctimas.

Por otra parte, María Luján Rey, madre de Lucas Menghini Rey, quien perdió la vida en la tragedia de Once, manifestó su apoyo a los familiares de Salta 2141 e instó a todos los ciudadanos a participar de estos pedidos porque nadie está exento de vivir una situación similar, en ese sentido expresó que «salimos a luchar porque no queremos que se repita. Mi hijo no va a volver a mi casa, pero por eso hay que luchar. No podemos hablar de fatalidades, porque se podía evitar. Los corruptos tienen que ir presos, no son impunes, no se tiene que repetir, nos enfrentamos siempre al poder, pero nosotros somos ciudadanos y tenemos que estar unidos y pelear. La justicia tiene que actuar, rápido».

En el mismo sentido, continuó Gustavo Vera, referente de la organización La Alameda y amigo del papa Francisco, quien expresó «cuando ocurrió la tragedia de Cromañón, y eso tiene que ver con la pata social de la cuestión. Ocurrió en la víspera de año nuevo y Bergoglio imaginaba que al otro día no iba a haber fiesta en la ciudad. Se habían ido 194 jóvenes, había familias destrozadas, cientos de vidas. La tragedia evitable más importante de la ciudad de Buenos Aires. Y esa noche salió a caminar para ver cómo la ciudad había asimilado esto y cuando vio las bengalas, los fuegos artificiales, los festejos cuando todavía ni siquiera estaban enterradas las víctimas, fue cuando acuñó la famosa frase «a Buenos Aires le hace falta llorar porque solamente se sabe cuando se sufre» Y esto es una metáfora para la Argentina porque pensamos que nunca nos va a ocurrir, no somos inmunes a que nos pueda ocurrir y nos olvidamos de la heroica Marta Pelloni, levantando al pueblo de Catamarca en la época en que todos le dabamos la espalda, en el caso de María Soledad Morales. Es como que nos importan las cosas mientras aparecen en los medios, un ratito y después cambiamos de canal y no nos damos cuenta que estamos hablando de vidas humanas, que es lo más importante que tenemos, la vida humana», concluyó el dirigente.