El Índice de Producción Industrial (IPI) de Fiel registró en febrero un retroceso del 9,5 por ciento respecto del mismo mes del año anterior, en tanto que en el primer bimestre acumuló una caída del 3,3 por ciento frente a igual lapso de 2016.

Con una perspectiva similar, la consultora Orlando Ferreres & Asociados reflejó que en febrero la producción industrial se contrajo 8,1 por ciento en comparación con el mismo mes de 2016, mientras que el bimestre marcó un descenso de 6 por ciento anual.

De acuerdo al reporte elaborado por la Fundación de Investigaciones Económicas de Latinoamérica (Fiel), “los indicadores que permiten anticipar una consolidación de la recuperación de la actividad industrial han mostrado un deterioro”, al tiempo que la difusión sectorial de la recuperación “evidenció un retroceso”.

En este marco, Fiel subrayó que el “atípico comportamiento” de la actividad en el primer bimestre de 2016 sugiere “cautela en la extrapolación de las mediciones hacia el resto del año”.

A nivel de ramas de actividad en el acumulado para los dos primeros meses del año y en la comparación interanual, los sectores de Papel y Celulosa (‐1%) y Minerales no Metálicos (‐1.2%) registran una caída inferior al promedio de la industria.

Los restantes sectores industriales muestran bajas de la producción superiores al promedio comenzando con la producción automotriz (3,5%) y siguiendo con Alimentos y Bebidas (3,8%), Insumos Textiles (4,7%), Insumos Químicos y Plásticos (5%), Petróleo Procesado (5%) y Cigarrillos (7,7%).

La producción siderúrgica junto con la metalmecánica cierran la nómina de sectores con retroceso de la actividad, que alcanza en cada caso al 8,7 y 10,3 por ciento en el bimestre y en relación al mismo periodo de 2016.

Para la entidad de investigaciones económicas, en febrero la producción industrial estuvo parcialmente afectada por lluvias que obstaculizaron el normal desenvolvimiento de la actividad, junto con un día hábil menos respecto a febrero de 2016.

Así, el desempeño fabril del segundo mes del año cerró con una caída del 9,5 por ciento en la medición con estacionalidad respecto a febrero de 2016, en tanto que la comparación intermensual con enero arrojó una retracción del 4,5 por ciento también con estacionalidad.

En el acumulado para el primer bimestre del año, y en la comparación interanual, la actividad industrial acumula un retroceso del 3.3% respecto al mismo período de 2016.

Las perspectivas para el estudio Ferreres plantearon que en los primeros dos meses del año, la actividad industrial evidencia una baja acumulada del 6% anual, aunque estos guarismos de inicios de cada año suelen verse «condicionados por las paradas de plantas estivales, sobre lo que debemos adicionar la particular base de comparación que ofrece el año 2016».

En este sentido, el resultado del índice general se vio sumamente afectado por la considerable baja evidenciada en la producción de vehículos (aproximadamente 30% en relación a febrero del año anterior) y el menor procesamiento de granos, en donde se está observado un retorno al ciclo productivo original.

Para Ferreres, si bien es esperable que a lo largo del 2017 los resultados se tornen más favorables, habrá que seguir con suma atención la evolución del contexto internacional (en particular, la dinámica de la actividad económica en Brasil) y la respuesta del consumo de los hogares a los nuevos precios relativos.