Desde el Gobierno se insistió una y otra vez en presentar al segundo semestre casi como la mismísima gloria. La idea de que en la segunda mitad del año todo marchará mejor tuvo al propio Mauricio Macri como su principal fogonero, pero no prendió demasiado entre la gente: según muestran los sondeos, la mayoría de los ciudadanos descree de que las cosas vayan a mejorar en lo que queda de 2015. La caída de las expectativas de la población va de la mano del deterioro sostenido que registra la figura del Presidente.

Contra lo que reflejaban estudios anteriores, las últimas encuestas dan cuenta de que la ciudadanía no tiene buenas expectativas para el segundo semestre. Ese cambio aparece reflejado en un amplio sondeo realizado por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), entre 1200 personas de todo el país, respetando las proporciones por edad, sexo y nivel económico social.

La consultora que encabeza Roberto Bacman registró, por primera vez, que los encuestados son pesimistas acerca de lo que pasará en su hogar de acá a fin de año. El 65 por ciento dijo que en seis meses estará peor en términos económicos en el ámbito de su familia.

En un contexto en el que la percepción de que todo será peor es más alta, la evolución de la situación económica y la inflación son los aspectos que mejores porcentajes de expectativas poseen. Los aspectos que más bajas expectativas despiertan son el aumento de la conflictividad social (66,5 por ciento), inseguridad y narcotráfico (64,7 por ciento) y desocupación (61 por ciento).

En paralelo a la baja de las expectativas cae la imagen de Macri. El 52 por ciento de los consultados por el CEOP tiene una mala consideración del Presidente. La mayoría de ellos (el 43 por ciento) opinó muy mal de Macri. Los que opinan bien o muy bien son cada vez menos (45 por ciento).

Desde diciembre Macri perdió doce puntos de imagen. De acuerdo a los datos de la consultora liderada por Bacman, de los 58 puntos con que arrancó su presidencia bajó a 45,1. La pérdida de imagen de Macri es un dato en el que coinciden todos los sondeos.

La erosión en la figura del Presidente coincide con la preocupación que los consultados manifestaron en torno a la inflación y la marcha de la economía. La otra gran preocupación expuesta por los encuestados es la desocupación.

En el último trienio esa preocupación promedió alrededor del diez por ciento, pero en enero comenzó una progresión que la ubicó en el último trimestre en alrededor del 30 por ciento. Casi seis de cada diez argentinos reconocen ante los encuestadores que conocen a algún familiar, amigo o vecino que ha perdido su empleo o debe soportar problemas con su trabajo.