Aloizio Mercadante, asesor cercano a la presidente de Brasil, quien acaba de dejar su cargo como oficial mayor del gobierno, señaló que la oposición está “amenazando abiertamente con un golpe”, y no quiere hacerse a la idea “de que ellos perdieron las elecciones el año pasado”, según una información publicada en el diario O Globo. “Cualquier aliento a un golpe es letal para Brasil”, advirtió.

El pasado martes 6, el Tribunal Superior Electoral (TSE) de ese país, con una votación de 5 contra 2, tomó lo decisión sin precedentes de iniciar una investigación para determinar si la presidente Dilma Rousseff financió ilegalmente su campaña de reelección el año pasado. La decisión del tribunal fue en respuesta a las acusaciones por corrupción contra Rousseff que viene haciendo el partido PSDB, cuyo candidato predilecto de Londres, Aecio Neves, perdió la elección el año pasado frente a la actual presidente brasileña.

En el caso de que los siete miembros del TSE encuentren que Dilma y el vicepresidente Michel Temer, “abusaron de sus facultades” y cometieron fraude al aceptar dinero de compañías involucradas en el escándalo (fabricado) de Petrobras, como acusa el PSDB, el tribunal podría declarar su presidencia como “ilegítima” y convocar a nuevas elecciones. El servicio noticioso británico Reuters se adelantó a decir, ese mismo día martes, que la investigación “podría acelerar los intentos de la oposición por enjuiciar a Rousseff en el Congreso”.

Pero todavía se plantean interrogantes legales importantes, para empezar, si el TSE tiene siquiera la autoridad para determinar la legitimidad de la Presidente. Como informó “Brasil247”, uno de los principales expertos judiciales de Brasil, Dalmo de Abreu Dallari, explicó que el artículo 85 de la Constitución Federal establece claramente que el TSE no tiene autoridad para ponerle fin al período de un presidente en funciones.

El ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, minimizó la decisión del TSE y señaló que “no significa nada en absoluto en términos judiciales. Yo diría que es más bien una medida nada original, pero los sectores de la oposición tratan de darle una dimensión que, evidentemente, no la tiene”, finalizó el funcionario.