Turquía e Israel elevaron hoy la temperatura de su cortocircuito diplomático, un día después de la matanza por fuego israelí de 60 palestinos que protestaban por el traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén y las acusaciones de Ankara de «genocidio» cometido durante la represión.

Ayer, durante un discurso posterior a la violencia desatada en la frontera entre Israel y la Franja de Gaza, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan declaró que Israel era «un Estado terrorista» que cometía «un genocidio» y mandó sus condolencias a «los mártires» y «hermanos palestinos» que perdieron la vida.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sugirió hoy al presidente turco que no le dé lecciones de moralidad ya que él era «uno de los grandes defensores de Hamas», el grupo islamista que gobierna en Gaza y que organizó las protestas, al cual Israel responsabilizó de la violencia.

«No cabe duda de que (Erdogan) es un experto en terrorismo y asesinatos, así que le sugiero que no nos predique moralidad», afirmó Netanyahu en su cuenta de Twitter.

El presidente turco también apeló a Twitter para responder al premier israelí, al que acusó de «tener las manos manchadas con sangre» y a quien recomendó leer los Diez Mandamientos, uno de los cuales prohíbe matar.

«Netanyahu es primer ministro de un Estado de ‘apartheid’ que ha ocupado la tierra de un pueblo indefenso durante más de 60 años, violando las resoluciones de Naciones Unidas», señaló el líder turco.

«¿Quieres una lección en humanidad? Lee los Diez Mandamientos», concluyó Erdogan su mensaje en la red social.

También hoy, Turquía declaró tres días de luto nacional por las víctimas de la sangrienta represión, anunció el viceprimer ministro, Bekir Bozdag, al término de la reunión de urgencia mantenida por el gabinete, quién informó que el gobierno llamó a consultas a sus embajadores en Tel Aviv y Washington.

Bozdag afirmó que el día de ayer «pasará a la historia como el lunes sangriento para los musulmanes y los países islámicos» y agregó que «Estados Unidos ha violado las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU al abrir su embajada en Jerusalén».

En este contexto, Ankara aconsejó al embajador israelí, Eitan Na’eh, que regrese a su país. Fuentes diplomáticas dijeron a la agencia de noticias EFE que Na’eh regresó a Israel hoy mismo y señalaron que no se trataba de una expulsión formal, sino más bien de una invitación a irse.

Poco después, el gobierno de Israel pidió al cónsul de Turquía en Jerusalén, Hüsnü Gürcan Türkglu, que también regrese temporalmente a su país.

«El cónsul turco en Jerusalén fue convocado hoy a presentarse al jefe de protocolo del Ministerio de Exteriores y se le pidió que regrese a su país por un tiempo», indicó en un comunicado un portavoz de la Cancillería israelí.

Y, luego Turquía expulsó al cónsul general israelí en Estambul, Yosssi Levisafri.

Las protestas de ayer fueron la culminación de una campaña de manifestaciones organizada mayormente por Hamas y bautizada «Gran Marcha del Retorno», para exigir el levantamiento del bloqueo impuesto por Israel a Gaza en 2007. Medio centenar de palestinos ya habían muerto por disparos de soldados en jornadas de protesta previas.

Hace poco más de un mes, Erdogan y Netanyahu habían protagonizado otro áspero cruce, también a causa de la muerte de 15 palestinos durante la primera jornada de la «Gran Marcha del Retorno», el 30 de marzo.

Entonces, Erdogan calificó de «inhumano» el ataque del Ejército israelí, y Netanyahu respondió que no escucharía a quien bombardea «población civil indiscriminadamente», en alusión a una campaña militar que Turquía llevaba a cabo contra un enclave turco en el norte de Siria.

Hoy, decenas de provincias de Turquía fueron escenario de protestas ciudadanas para condenar la matanza de manifestantes palestinos en Gaza y reivindicar Jerusalén como capital de un futuro Estado palestino.

«Jerusalén es palestina y para los palestinos», rezaba una pancarta en una concentración de varios centenares de personas esta tarde en la céntrica calle de Istiklal en Estambul.

Otros carteles pedían «Libertad para Palestina, boicot a Israel» o «Anulad todos los acuerdos con Israel», en referencia a las relaciones diplomáticas y comerciales entre Israel y Turquía.

Desde que los gazatíes comenzaron a protestar cada viernes a pocos metros de la valla por el que consideran su derecho a retornar a los hogares de los que fueron expulsados sus ancestros en 1948, más de 100 de ellos han muerto y unos 10.000 han resultado heridos.