Por Andrea San Esteban

Además de economista, Bernardo Kliksberg es sociólogo, profesor, escritor, consultor y asesor. Fundador de “Gerencia Social”, sostiene que “la suma de capacidades puede contribuir a acabar con las escalofriantes cifras de más de 800 millones de seres humanos en situación de hambre severa y dos mil millones con hambre silenciosa”.

“La malnutrición es el impacto deficiente alimentario tanto para la obesidad como para la desnutrición”, analiza en diálogo con Conclusión, y agrega que “en Argentina y Latinoamérica el sobrepeso y la obesidad han sido subestimados”.

Es que, según Kliksberg, son considerados “problemas propios de los países desarrollados y menos relevantes ante los problemas de desnutrición existentes vinculados al deterioro socioeconómico de la población”, según da cuenta Unicef.

“La desnutrición en la niñez menor de cinco años incrementa el riesgo de muerte, inhibe el desarrollo cognitivo y afecta al estado de salud de por vida. Atender a este problema es condición indispensable para asegurar el derecho a la supervivencia y al desarrollo de las niñas y niños de América Latina y el Caribe, así como para garantizar el desarrollo de los países”, según datos de la Cepal, Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

Niños obesos

En un análisis de Conin (Cooperadora de la Nutrición Infantil) sobre la provincia de Corrientes, destacan: “La obesidad es una condición compleja multifactorial, con componentes genético y ambiental, que se caracteriza por una alta proporción de exceso de grasa corporal. La acumulación de grasa corporal, presente en la edad escolar, que persiste en la adolescencia ejerce efectos fisiológicos y patológicos con claros efectos sobre la morbilidad y mortalidad en la edad adulta. Además de estos efectos sobre la salud del organismo, la obesidad se asocia a problemas psiquiátricos como la depresión, la pérdida de la autoestima y la alteración de la imagen corporal”.

Según datos del Ministerio de Trabajo; “de 1 de cada 4 niños y niñas en Argentina, no disfruta de ningún tipo de cobertura de seguridad social. Brechas provinciales: en las regiones del NEA y NOA, la pobreza se sitúa entre el 44 por ciento y el 52 por ciento”.

Desde Conin aclaran que “en Argentina la prevalencia más alta de desnutrición es la que se manifiesta por déficit de talla o retraso del crecimiento, como consecuencia de una desnutrición crónica. Advierten que, en forma paralela, se observa también una tendencia al aumento de casos de sobrepeso u obesidad infantil; y señalan que los déficits o excesos en el estado nutricional infantil están asociados a múltiples factores del ambiente en el que el niño vive, y que ya están presentes desde el momento de su concepción”, esta situación estructural no se modifica, las políticas públicas son exiguas.

Santa Fe

José Ambrosino, coordinador general del movimiento Los Sin Techo, viene reclamando a los gobernantes “que se elimine la indigencia. Nadie puede vivir en la obscenidad de la indigencia. Hoy, las Asignaciones Universales son 2.500 pesos –esgrimió–; para dejar de ser indigente una familia necesita 5.600 pesos. Le está faltando 3.000 pesos. Tenemos pobres, pero vamos por más y agregó “nuestra gente no pelea por nada porque está fuera del sistema”.