SáBADO, 30 DE NOV

La gastronomía rosarina asume la vanguardia en el siglo del gusto y el olfato

El secretario de Turismo, Héctor De Benedictis, junto al chef rosarino Luciano Nanni presentaron la gastronomía de Rosario en la Feria Internacional del Turismo llevada adelante en Madrid. 

La  ciudad de Rosario ha presentado todo su atractivo turístico en uno de los eventos más importantes del mercado internacional -y el más importante para el mercado latinoamericano- de un sector que no para de crecer. La Feria Internacional del Turismo (FITUR) celebrada en Madrid, en su 37º edición y con una cantidad de visitantes que el año pasado alcanzó su record (casi 240.000), precisamente tiene como destacada novedad este año la incorporación de Argentina como socio principal.

Acorde con una edición de la feria dedicada al turismo sostenible, el stand argentino, uno de los más grandes -760 metros cuadrados, divididos en dos plantas- ha utilizado maderas reclicadas y medidas de ahorro energético en el marco de un diseño innovador.

Naturaleza, arte, salud, música, arquitectura y… gastronomía. El turismo gastronómico es una de las grandes apuestas de los destinos que sigue ganando adeptos, ya que un buen porcentaje de turistas tiene como motivación principal la comida. En el marco de la charla ofrecida en FITUR, el Secretario de Turismo de la Ciudad de Rosario, Héctor De Benedictis, hizo esta interesante reflexión: si pudiera decirse que el siglo XX ha sido el siglo de la vista y el oido (con toda la eclosión artística visual y musical que trajo consigo), el siglo XXI sería el del gusto y el olfato. Sentidos, junto con el del tacto, esenciales en el arte culinario.

Por otra parte, observó que el turismo es ahora experencial. Pero mientras uno no puede llevarse la experiencia de ver un cuadro o montar en piragua, la gastronomía sí se puede llevar tangiblemente. Además del disfrute del momento el turista puede llevarse consigo los productos y recrear la experiencia con los amigos de vuelta a casa.

La apuesta turística de Rosario se apoya en gran parte en su oferta culinaria. Rosario, la ciudad que alberga el monumento a la bandera argentina y que es puerta de entrada al país con un aeropuerto internacional, se ha puesto en los últimos años de moda gracias a una amplia oferta cultural, una cuidada remodelación urbana en torno al río Paraná y una interesante ruta de restaurantes. Se trata de una cocina que tiene además como base de primerísima calidad su propia materia prima: las mejores carnes de vacuno y el pescado fresco de río. También los productos vegetales, ya que Rosario ha sido premiada a nivel mundial por sus huertas cooperativas. La mortadela rosarina es un icono en Argentina, mientras que el helado artesanal es, por su calidad y su precio imbatible, otro de sus productos estrella. Así como quien viaja a Nueva York no puede regresar a su país sin haber tomado su clásico hot dog, el turista no puede abandonar Rosario sin probar su emblemático sandwich: el carlito.

La presencia del joven chef rosarino Luciano Nanni  en el stand de Argentina en FITUR pone de manifiesto el «boom gastronómico gourmet» que vive la ciudad. En sus palabras al público, Luciano Nanni destacó cómo Rosario se ha convertido en una referencia en educación culinaria, con una gran cantidad de escuelas de cocina que conforman una oferta cualificada y posicionan a la ciudad no sólo en la región, sino en toda Latinoamérica. La ciudad cuenta con por lo menos diez escuelas y un calendario de grandes eventos gastronómicos. Nanni, director de la Escuela de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica de Rosario, merecedor de diferentes galardones y representante argentino en Madrid Fusión, destacó también la calidad de la materia prima que ofrece la región y explicó a continuación algunos de los secretos de la carne “a la estaca”, un método que viene de los gauchos y que se basa en el ritmo lento de la cocción y el uso de leñas muy perfumadas. La pericia en manejar las posiciones y distancias entre la carne y el fuego consiguen un resultado espectacular en el que finalmente los huesos salen solos y la deliciosa carne se deshace en la boca.

Gracias al caudaloso río Paraná  también se dispone de mucho pescado fresco. Por ejemplo la boga, un pescado tradicional, es cocinado ahora con más cuidado y constituye la base de platos más elaborados: “En este momento trabajamos en una gastronomía más gourmet, más elaborada. tenemos muy buen producto” afirmó Nanni.

Lo cierto es que Rosario ha triplicado en los últimos años la cantidad de locales para comer, ya sea parrilla, restaurantes tradicionales o innovadores, cocina propia o también cocinas más exóticas o de fusión. La ciudad cuenta con varios corredores gastronómicos ubicados en rutas estratégicas: el centro o la orilla del río que han sido posibles también gracias a una cuidada remodelación arquitectónica. En este sentido se ha realizado una política muy fuerte a favor del espacio público y la utilización de paseos y zonas verdes que ya recoge sus frutos.

En un momento en que el sector turístico busca destinos alternativos a la masificación, la opción de Rosario, con su exquisita oferta gastronómica sumamente accesible en un entorno cuidado y de rica oferta cultural, es ya una opción consolidada.

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